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jueves, 11 de julio de 2024

UNA RESEÑA LITERARIA SOBRE: “EL PRINCIPITO” DE ANTOINE DE SAINT-EXUPÉRY

 


 

 Introducción

 

Antoine de Saint-Exupéry, un escritor y aviador francés, publicó el principito en 1943, una de las obras más leídas y traducidas del siglo XX. Esta historia sencilla, hermosa y profunda aborda temas con intereses universales como la amistad, el amor, la responsabilidad y el sentido de la vida. La obra refleja la visión del mundo del autor, marcada por su experiencia como piloto y su filosofía.

 

Los siguientes fragmentos seleccionados de la obra ilustran algunas de las lecciones más profundas y conmovedoras que transmite el Principito en su encuentro con diferentes personajes. Desde la importancia de ver más allá de las apariencias hasta la responsabilidad que adquirimos al establecer vínculos, estos pasajes nos hablan de la sabiduría que se esconde en las cosas sencillas y en la mirada pura de un niño.

A continuación, analizaremos con más detalle estos fragmentos clave que nos acercan al corazón de "El Principito" y a las verdades universales que transmite su autor a través de esta historia inolvidable.

 

"Las personas grandes me aconsejaron que dejara a un lado los dibujos de serpientes boas abiertas o cerradas y que me interesara un poco más en la geografía, la historia, el cálculo y la gramática. Así fue como, a la edad de seis años, abandoné una magnífica carrera de pintor. Estaba desalentado por el fracaso de mi dibujo número 1 y de mi dibujo número 2. Las personas grandes nunca comprenden nada por sí solas, y es agotador para los niños tener que darles siempre y siempre explicaciones."(Saint, 1943, p.06-07). 

En el fragmento nos muestra la cruda realidad y las frías palabras que los mayores hacen contra los infantes. Asimismo, el autor Saint-Exupéry cuestiona la visión del mundo en la etapa de la niñez, resaltando promover la creatividad y la autenticidad a medida que los niños crecen, apoyando el desarrollo personal y la expresión artística de los jóvenes.

El autor critica a los adultos por centrarse en cuestiones prácticas, imponer sus puntos de vista y restringir el desarrollo de la personalidad más joven.

Este pasaje nos hace pensar en la importancia de proteger la inocencia y la libertad de pensamiento de la infancia, igual que la necesidad de valorar la creatividad como elemento fundamental del desarrollo infantil.

"Viví así, solo, sin nadie con quien hablar verdaderamente, hasta que tuve una avería en el desierto del Sahara, hace seis años. Algo se había roto en mi motor. Y como no tenía conmigo ni mecánico ni pasajeros, me dispuse a realizar, solo, una reparación difícil."(Saint, 1943, p.08) 

El autor introduce los temas autónomos y la necesidad de la conexión humana en esta secuencia, creando un tono de aislamiento que prepara al lector para la llegada del personaje principal. Esto marca el comienzo del viaje donde su encuentro con El principito le cambiará la vida. El creador refleja la condición humana de estar solo, incluso estando cerca de personas, lo que transmite un tono melancólico y se convierte en una reflexión poética sobre lo inevitable del abandono del ser humano.

La idea es que la soledad puede ayudar a enfrentar desafíos imprevistos, como una falla en un lugar lejano, también el desierto del Sahara, destacando la fortaleza interna.

"Hace millones de años que las flores fabrican espinas. Hace millones de años que los corderos comen igualmente, las flores. ¿Y no es serio intentar comprender por qué las flores se esfuerzan tanto en fabricar espinas que no sirven nunca para nada? ¿No es importante la guerra de los corderos y las flores? ¿No es más serio y más importante que las sumas de un Señor gordo y rojo? ¿Y no es importante que yo conozca una flor única en el mundo, que no existe en ninguna parte, salvo en mi planeta, y que un corderito puede aniquilar una mañana, así, de un solo golpe, sin darse cuenta de lo que hace? ¿Esto no es importante?"(Saint, 1943, p.19)

El autor de El Principito destaca el valor del amor por una rosa única y el placer de observar las estrellas en el conflicto entre corderos y dicha planta. Se cuestiona si es importante prestar atención a la guerra en comparación con los aspectos triviales de la cotidianidad, como las sumas de un hombre obeso y rubicundo. En este contexto, la importancia de la vida, la protección y el afecto en el enfrentamiento entre los corderos y las flores se analiza. En un universo enigmático, se enfatiza la importancia de apreciar lo esencial y extraordinario, subrayando la conexión emocional y la felicidad que puede brindar algo singular, como una flor única, a la vez que se contrasta con la devastación de su pérdida.

"No supe comprender nada entonces. Debí haberla juzgado por sus actos y no por sus palabras. Me perfumaba y me iluminaba. ¡No debí haber huido jamás Debí haber adivinado su ternura, detrás de sus pobres astucias! ¡Las flores son tan contradictorias, Pero yo era demasiado joven para saber amarla."(Saint, 1943, p.21)

En este pasaje el protagonista se estremece por no haber comprendido la verdadera naturaleza de la flor, juzgando por sus acciones en lugar de sus palabras. El escritor resalta la relevancia de la ternura y la comprensión en las relaciones, y cómo la juventud y la falta de experiencia pueden generar errores en el amor. Por la cual, en este fragmento, el narrador habla sobre su falta de comprensión hacia una persona en el pasado, reconociendo que se dejó llevar por las palabras bonitas y no por los actos por lo cual lamenta haber huido en lugar de quedarse y haber apreciado la ternura oculta detrás de las acciones aparentemente astutas de la otra persona. Asimismo, el cuestionamiento se enfoca en cómo comprender verdaderamente a los demás y qué implica amar de manera auténtica por la cual la reflexión se centra en la complejidad de las relaciones humanas, la necesidad de ir más allá de las apariencias para comprender la esencia de las personas, y la importancia de la empatía y la profundidad en el amor, considerando la influencia de la inexperiencia en la percepción y vivencia del amor. 

 Conclusión

El Principito de Antoine de Saint-Exupéry presenta una profunda reflexión sobre la condición humana y los valores esenciales de la vida, y con la ayuda de su lenguaje poético y filosófico, la página cautivará al lector de inmediato.  A través de las aventuras de El Principito, se nos invita a cuestionar la falta de interés y el materialismo del mundo adulto y a abordar temas como la búsqueda del sentido de la vida, la soledad, la amistad y la necesidad de mirar más allá de las apariencias.  Aunque escrito como un libro para niños, este contiene ideas profundas que resonarán en lectores de todas las edades, recordándonos la importancia de la empatía, la amistad y la capacidad de asombro.  Esta obra nos desafía a hacer una pausa y contemplar la belleza, valorar los pequeños momentos de felicidad y apreciar lo importante en la vida.  El diálogo entre el Principito y el aviador sienta las bases de las relaciones de diferentes culturas y mundos que muestra la importancia de la comprensión, el respeto y el amor con el que debemos tratarnos unos a otros.  El Principito utiliza la sencillez y la imaginación para transmitir sus lecciones.  Una visión profunda de la vida que anima a los lectores a ver el mundo a través de los ojos de un niño, comprender a los demás y mantener la esperanza en tiempos difíciles.  En definitiva, esta obra nos recuerda que lo esencial es invisible a los ojos, y que debemos mirar más allá de las apariencias para encontrar el verdadero sentido de la vida.


REFERENCIAS:

Saint-Exupéry, A. (2000). El Principito. Publicaciones y Ediciones Salamandra, S.A.


 

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