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sábado, 6 de julio de 2024

La cruda realidad de la opresión y violencia sistemática en “La Ciudad y los perros”, un retrato del Colegio Militar Leoncio Prado de Mario Vargas Llosa.

 


        La ciudad y los perros es una novela ambientada en el colegio militar Leoncio Prado, publicada en 1963, muestra la cruda realidad de los estudiantes en el colegio militar escrita por el nobel literario Mario Vargas Llosa, quien retrata en sus obras hechos reales que impactan en la actualidad la obra es un testimonio vivido. Muestra cómo la violencia es una herramienta de control y opresión, perpetuada por un sistema que favorece el silencio y la sumisión, que prevalecen en instituciones educativas militares. A través de la narrativa, el autor revela las experiencias traumáticas de los cadetes, quienes son sometidos a abusos físicos y psicológicos por parte de sus superiores y compañeros. Siendo uno de los personajes más impactantes en la novela es el esclavo, quien sufre humillaciones y maltratos a manos de sus compañeros.

En la novela de “La ciudad y los perros” se presenta la interacción violenta entre los estudiantes del colegio militar Leoncio Prado.

El Esclavo no recuerda a qué sección fue llevado ni por quién. Pero la cuadra estaba llena de humo y de uniformes y se oían risas y gritos. Apenas cruzó la puerta, la sonrisa en los labios aún, se sintió golpeado en la espalda. Cayó al suelo, giró sobre sí mismo, quedó tendido boca arriba. Trató de levantarse, pero no pudo: un pie se había instalado sobre su estómago. Diez rostros indiferentes lo contemplaban como a un insecto; le impedían ver el techo. (Vargas, 2012, p.20).

        En el fragmento expresa las vivencias de un cadete en un colegio militar, enfrentando violencia, opresión, amenazas y extorsión de superiores que lo obligan al silencio, mostrándose sumiso ante la superioridad. Es así como sus personajes, estudiantes del Leoncio Prado, expresan paradójicamente la violencia en un espacio de formación. Actualmente, esta problemática sigue vigente, tanto en ámbitos militares, como también en centros de educación, que se sigue actuando con violencia por parte de los internos; prueba de esto son las noticias que difunden las denuncias de los agraviados, que en su gran mayoría no son tomadas en cuenta como actos relevantes. Delgado (2018) afirma que el personaje violento ve su equilibrio emocional como control absoluto sobre otros. Suele tener antecedentes familiares de violencia, lo que puede repetirse en sus relaciones, especialmente con mujeres. Además, siempre busca una segunda oportunidad, a pesar de su agresividad. Así también lo afirma Sánchez (2012), se trata de una historia oscura que revela las acciones extremas de estudiantes con un pasado complicado, separados por grandes diferencias, que pondrán a prueba su honor, moral y la vida de uno de ellos.  En «La ciudad y los perros», muestra la brutalidad y opresión en el colegio militar Leoncio Prado desde la perspectiva de un cadete. Reflejando una problemática, donde tales abusos siguen ocurriendo y las denuncias son ignoradas. El novelista critica duramente la violencia institucionalizada en el colegio militar Leoncio Prado; expone cómo el abuso y la opresión destruyen la dignidad de los cadetes, reflejando una problemática aún vigente en instituciones militares. Este entorno violento cuestiona la integridad y moralidad de las relaciones humanas.

        Otra situación que presenta el autor en la obra es violencia extrema que incluso llega a la muerte, representada a través de uno de sus personajes el cadete Cava. Al respecto, cuando Arana ingresó al colegio militar se menciona lo siguiente:

La muerte del cadete Arana no fue casual -dice- Lo mataron. Ha sido una venganza, mi teniente. Levantó los ojos. Gamboa no se ha movido; su rostro está impasible, no revela sorpresa ni curiosidad. No le hace ninguna pregunta [...] Los oficiales no saben nada de lo que pasa en las cuadras. Todos se ponían siempre en contra de Arana, lo hacían consignar, no lo dejaban en paz ni un instante. Ahora ya están tranquilos. Ha sido el Círculo, mi teniente [...] Primero le robaron su pijama. Y a la semana siguiente lo consignó usted por soplarme en el examen de Química. El Esclavo no tenía amigos, hay que pensar en eso, no se juntaba con nadie. (Vargas, 2012, p. 120)

        En la cita se muestra la violencia ejercida sobre Ricardo Arana a manos del grupo «El Círculo». Arana no pudo soportar el confinamiento impuesto como castigo por el examen robado, que fue un acto de venganza perpetrado por Jaguar contra él. El entrenamiento de tiro es excusado como un acto de asesinato hacia el esclavo, quien finalmente recibe un disparo directo que le quita la vida. Hoy en día los actos de violencia ya no solo se representan de esta manera, se suele representar de forma física, psicológica y cibernética, de parte de un conjunto de personas o una sola, teniendo como resultado daños psicológicos, que pueden desencandenar en el suicidio o al asesinato. Guardamino (2024) afirma que el Perú, ha alcanzando más de 500 casos de violencia en las aulas contra los estudiantes solo en el mes de marzo del año 2024; además, Montes (2011) afirma que es una historia de humillaciones extremas por parte de los alumnos superiores, desencadenadas por el robo de un examen. Esta narrativa crítica revela cómo la lucha por el poder y la opresión entre estudiantes refleja un entorno destructivo y violento. Como así también, Perdomo (2018) nos dice que un evento transforma la vida de los internos, impulsado por negligencia y cobardía. El temor persuade al Poeta a guardar silencio y someterse ante el impune asesinato de Arana. Este entorno opresivo refleja la deshumanización y el daño profundo causados por la brutalidad institucional, relevancia en problemáticas actuales en diversas formas.

        En «La ciudad y los perros», se relatan episodios de violencia y discriminación racial que impactan a las autoridades y estudiantes de una escuela. Vargas Llosa muestra cómo el personaje Cava es despreciado debido a su origen étnico, poniendo en evidencia problemas que persisten en las instituciones actuales. El autor denuncia el racismo y la manipulación que sufren las personas vulnerables, quienes no pueden defenderse del abuso que padecen.

Todos presos -dijo Alberto- Borrachos, maricones, degenerados, pajeros, todo el mundo a la cárcel. Estaban en el umbral. El Esclavo se había colocado detrás de Alberto; su rostro expresaba ahora docilidad y sometimiento. Una figura ágil, simiesca, se incorporó entre los cadetes amontonados en el suelo y se plantó ante Alberto. -Entren, caracho -dijo- Rápido, que pueden verlos. Y no hagas esas bromas, poeta, un día nos van a fregar por tu culpa. -No me gusta que me tutees, cholo de porquería -dijo Alberto, franqueando el umbral. (Vargas, 2012, p. 47)

        En el párrafo anterior, se manifiesta la jerarquía y la tensión del ambiente militar, destacando el abuso de poder y el racismo. Alberto emplea insultos para afirmar su autoridad, mientras que otros personajes exhiben sumisión o desafío frente a su conducta autoritaria, reflejando las complejidades del poder. El silencio absoluto al que recurren los internos tiene un impacto significativo en sus vidas diarias. Actualmente, la violencia se ha vuelto parte de la rutina diaria para todos, manifestándose a través de las redes sociales y en las escuelas mediante el bullying. En estos casos, los estudiantes prefieren permanecer en silencio para evitar la vergüenza o el rechazo de sus compañeros si informan a las autoridades. Este silencio puede llevar a graves consecuencias, incluida la muerte. Como afirma Calvo (2006), la crítica excesiva se enfoca en individuos victimizados como el militar, el político o el eclesiástico. Esto conduce a diluir las responsabilidades, atribuyendo culpas a entidades abstractas en lugar de a personas específicas. Asimismo, nos dice Espinoza (2023), la violencia es un grave problema que afecta a toda la sociedad, especialmente a los niños y adolescentes, llegando a tener eventos inhumanos que vuelven a destacar debido a las lamentables situaciones que denigran a los estudiantes. Esto aborda la complejidad de las dinámicas de poder, el abuso y el silencio en ambientes militares y educativos. Resalta cómo la violencia, tanto física como emocional, permea la vida diaria, afectando a individuos vulnerables que prefieren callar por miedo a repercusiones sociales. Además, se subraya cómo las críticas pueden desviar la atención de responsabilidades individuales hacia entidades abstractas, complicando la búsqueda de justicia. Asimismo, el retrato del racismo se destaca en injusticias arraigadas en la sociedad a través del personaje de Cava, se expone la crueldad del menosprecio étnico y cómo persiste en instituciones que deberían ser equitativas. El poder y la violencia se emplean para perpetuar la discriminación, afectando de manera desproporcionada a los vulnerables. El pasaje insta a reflexionar sobre la necesidad de enfrentar estos problemas estructurales y promover la igualdad y el respeto para todos. Revela también cómo la violencia, en diversas formas, se ha normalizado en nuestra sociedad, impactando profundamente a los más vulnerables. Nos insta a reflexionar sobre la responsabilidad individual y colectiva en la perpetuación o la lucha contra estas injusticias.

        Finalmente, «La ciudad y los perros» de Mario Vargas Llosa aborda temas de violencia causadas por el racismo y discriminación, ejemplificados en la figura del cadete Cava, quien es humillado por su color de piel y origen. Vargas Llosa utiliza estos personajes para resaltar las injusticias y el racismo estructural presentes en la sociedad y las instituciones educativas. Como se evidencia en los hechos, diálogos de los personajes, pero también, en los comentarios que hacen los otros autores.  Además, la obra de Vargas Llosa sigue siendo relevante hoy en día, ya que muchos de estos problemas persisten en diversas formas, tanto en instituciones militares como en otros contextos educativos y sociales. Los abusos documentados en «La ciudad y los perros» encuentran ecos en noticias actuales sobre violencia escolar y militar, destacando la necesidad de abordar estas cuestiones de manera efectiva.

 

 Referencias bibliográficas:

      ●       Calvo, M. (2006). Researchgate. La ciudad y los perros - el infierno son los otros.


       Delgado, J. (2018). Violencia protagónica en la ciudad y los perros (1963) de Mario Vargas Llosa: Enfoques narratológico y semiótico. Revista Artes y letras, 42(2), 135.

https://www.scielo.sa.cr/pdf/kan/v42n2/2215-2636-kan-42-02-133.pdf

       Espinoza, A. (2023). Infobae. “La ciudad y los perros”, la novela de Mario Vargas Llosa que narra los maltratos en el colegio Leoncio Prado.

https://www.infobae.com/peru/2023/08/12/la-ciudad-y-los-perros-la-novela-de-mario-vargas-llosa-que-narra-los-maltratos-en-el-colegio-leoncio-prado/

       Facultad de Ingeniería UNAM. (2018). Literatura Hispanoamericana Contemporánea.

       Guardamino, B. (2024). Infobae. Violencia en las aulas: se denunciaron más de 500 casos de abuso contra estudiantes solo en el mes de marzo.

https://www.infobae.com/peru/2024/04/06/violencia-en-las-aulas-se-denunciaron-mas-de-500-casos-de-abuso-contra-estudiantes-solo-en-el-mes-de-marzo/

       Montes, C.(2011). El imaginario perruno en la ciudad y los perros de Mario Vargas Llosa. Revista chilena de literatura, 80, 65-86.

https://pdfs.semanticscholar.org/e9e8/31935770d2f4b4be73e4d83c2029a1210284.pdf

       Perdomo, D. (2018) . Un libro y un café. Reseña: La ciudad y los perros - Mario Vargas Llosa.

https://un-libro-un-cafe.blogspot.com/2018/11/resena-la-ciudad-y-los-perros.html

       Sánchez, R. (2012). Ruben Sanchez Fernandez. Crítica literaria: La ciudad y los perros.

https://www.rudosafer.com/critica-literaria-la-ciudad-y-los-perros/

       Vargas Llosa, M. (2012). La ciudad y los perros. Quito, Ecuador: Editorial Santillana.

https://www.guao.org/sites/default/files/biblioteca/La%20ciudad%20y%20los%20perros%20Vargas%20LLosa.pdf


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