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miércoles, 3 de julio de 2024

“La Supervivencia y Lealtad de los Andes Peruanos en Los perros hambrientos de Ciro Alegría”

 



        Ciro Alegría Bazán nació el 4 de noviembre de 1909, en el departamento de La Libertad, Perú, y falleció el 17 de febrero de 1967 en Lima, Perú. Fue un destacado novelista y periodista peruano conocido por su profunda representación de la vida rural y la cultura indígena de los Andes. En su libro "Los perros hambrientos", Ciro Alegría retrata la lucha cotidiana de los campesinos en los Andes peruanos, destacando la profunda conexión entre humanos y animales en su lucha por la supervivencia. A través de la historia de Rosendo Maqui y su perro Añas, Alegría explora temas de resistencia, lealtad y la adversidad impuesta por la naturaleza, mostrando cómo ambos enfrentan desafíos físicos y emocionales en un entorno implacable. La novela nos introduce en un relato conmovedor y auténtico de supervivencia, donde cada personaje, humano o animal, revela una inquebrantable voluntad de vivir.

Entonces se empezará a hablar de la lucha cotidiana de los campesinos en los Andes peruanos, resaltando la conexión entre humanos y animales en su batalla por la supervivencia y como referencia se extraen fragmentos del libro “Los perros hambrientos”.

         “Después de haber cumplido su deber, marchando con el ágil y blando trote de los perros indígenas, Zambo volvía a tenderse junto a la pastora se abrigaban entre ellos, prestándose mutuamente el calor de sus cuerpos. Y así pasaban el día, viendo la convulsionada crestería andina, el rebaño balante, el cielo ora azul, ora nublado y, amenazador. La Antuca hilaba charlando, gritando o cantando a ratos, y a ratos en silencio, como unimismada con el vasto y profundo silencio de la cordillera, hecho de piedra e inconmensurables distancias soledosas. Zambo la acompañaba atentamente, irguiendo las orejas ante el menor gesto suyo, pronto a obedecer, aunque también se permitía reclinar la cabeza y dormir, pero con sueño ligero, sobre la suave bayeta de la pollera” (Alegría, 1939, pp. 13-14).

En el fragmento anterior se evidencia claramente una escena de paz mostrando un profundo vínculo entre la pastora Antuca y su perro Zambo. Tras cumplir su deber, Zambo se recuesta junto a Antuca, compartiendo el calor de sus cuerpos. Pasan el día observando el paisaje andino, el rebaño y el cielo. Antuca hila mientras canta, grita o guarda silencio, integrándose con la cordillera. Zambo, atento a sus gestos, aprovecha para descansar ligeramente sobre la pollera de Antuca, siempre alerta a ante cualquier señal de su dueña, podemos ver como destaca la importancia de la compañía y el entendimiento incluso aunque se presente algún problema como lo podemos observar en nuestros personajes.

Dicho fragmento nos muestra la conexión entre los personajes quienes comparten momentos de “armonía” en la cordillera andina. Esta armonía también la podemos ver reflejada o formada en la realidad cuando tenemos un afecto especial por nuestra mascota. Todo lo anteriormente mencionado nos lleva a reflexionar sobre la conexión de los personajes y su entorno natural llevándonos a preguntarnos ¿Cómo podemos llegar a formar un vínculo tan especial con nuestro ser querido?

        “Y tomaron esa dirección, armas en la mano, agazapándose bajo el follaje. Pero en ese lado, de pronto, sonó el golpe secó de un máuser y una bala pasó zumbando lúgubremente junto a ellos. Y otra, y otra... Eran los guardias. Por allí avanzaban tres, separados hasta cortar toda posibilidad de acceso a la quebrada. Los uniformes azuleaban en medio de la mancha gris de una chamizal” (Alegría, 1939, pp. 98-99).

Luego de apreciar el vínculo entre humano y animal, en este interpretamos un momento de confrontación intensa, en el que los personajes avanzan agazapados bajo el follaje, armas en mano, cuando el sonido seco de un máuser rompe el silencio y las balas comienzan a pasar cerca de ellos. Los guardias están avanzando, tres de ellos se separan estratégicamente para cortar cualquier posibilidad de acceso a la quebrada. Los uniformes azules destacan en medio de la mancha gris de la chamizal, subrayando la presencia y amenaza de los guardias.

Se observa de este fragmento la intensidad y peligro del momento, mostrándonos una situación violenta, donde la incertidumbre hace que los lectores nos mantengamos al margen, sintiendo el mismo nerviosismo que perciben los personajes y preguntándonos como los personajes se enfrentan con esta situación. De esta manera si comprobamos con la vida real sería el peligro de estas situaciones, así que debemos tener todas las precauciones del caso y estar atentos en todo momento. Reflexionando así sobre la dura confrontación que tuvieron los personajes mostrándonos la intensidad de este conflicto lo que nos hace cuestionarnos. ¿Cómo nos hace sentir esta escena sobre la realidad de la violencia y la opresión que enfrentan los personajes?

       “La Antuca, asustada, arreó el ganado sola y llegó llorando a su casa. Los perros no soltaron su presa. hasta muy tarde. Wanka fue la que inició el festín. Estaba tendida en la hoyada para defenderse del viento-su debilidad le descubrió el frío- cuando acertó a llegar una gran oveja. Qué fiebre súbita le caldeó el cuerpo y la aventó sobre el descuido y, la inocencia de su víctima Olvidó las viejas y maternales tetas. De una pechada tumbó a la oveja y ésta no tuvo tiempo ni de balar, pues un feroz mordisco le rompió el cuello” (Alegría, 1939, pp. 138-139).

Después de ver la escena de conflicto, observamos como en el siguiente párrafo somos testigos de un evento violento protagonizado por los perros, especialmente por Wanka. Donde la Antuca, asustada, arreaba el ganado sola y llegó llorando a su casa, mientras los perros continuaron atacando hasta muy tarde. Wanka, debilitada y buscando refugio del viento, se encontró con una gran oveja. En un momento de súbita violencia, olvidó su anterior docilidad y atacó a la oveja. Con un feroz mordisco en el cuello, la oveja no tuvo tiempo de hacer nada, siendo rápidamente vencida por Wanka mostrando así una transformación en su comportamiento, pasando de estar aparentemente tranquilo a agresivo, la intensidad del momento se siente a medida que la situación se va desarrollando, destacando el impacto emocional tanto para los personajes como para los lectores.

Todo esto nos destaca como puede llegar a ser la naturaleza salvaje, observando cómo puede ser en la realidad la vida en el campo. Pero en nuestro día a suele controlar a sus mascotas para defender su ganado de otros animales mas no para atacarlos, entonces nos preguntamos hasta dónde puede llegar a ser la naturaleza salvaje de los perros. ¿Qué nos dice esto sobre la naturaleza y el comportamiento animal?

 

        “Violentos aullidos interrumpieron el relato. Una tropa de perros entró en el corredor gruñendo y mostrando los colmillos. Sus ojos relucían a la luz de la lámpara. Don Cipriano, don Rómulo y los sirvientes de la casa rechazaron a patadas y garrotazos a los intrusos. -Fuera, fuera..., zata... -Sote, perros dañinos... Los perros gemían y trataban de día mayormente la gente de comunidades rurales morderlos. Raffles y su jauría, desde lejos, hacían llegar sus ladridos. Chutín, que no era encerrado, pues no acostumbraba a pelear con los hambrientos, olvidó por un momento su raza y se puso del lado del amo, atacando resueltamente” (Alegría, 1939, p. 167).

Posteriormente a la violencia de los perros en la escena anterior, podemos ver que en este cuarto fragmento se nos presenta una escena violenta entre los habitantes de la casa y una tropa de perros, donde observamos que los violentos aullidos interrumpen el relato viéndose como una tropa de perros entra en el corredor, gruñendo y mostrando los colmillos. Don Cipriano, don Rómulo y los sirvientes de la casa rechazan a los intrusos con patadas, mientras los perros trataban de morderlos. Raffles y su jauría ladraban desde lejos, y un pacifico Chutín que no era agresivo, se olvida de su naturaleza y se une a su amo, atacando a los intrusos. Se destaca la capacidad de estos animales para adaptar su comportamiento y lealtad según el momento y circunstancias. Esta escena nos revela lo complejo que pueden ser las relaciones entre humanos y animales, así como la influencia del entorno y las emociones en su comportamiento.

Lo interesante de esto es como vemos la naturaleza instintiva de los perros, la capacidad de los humanos y animales para unirse en momentos de peligro. Así como en la realidad observamos a las mascotas defender a su amo por un vínculo de afecto que estos han forjado durante el tiempo que han pasado juntos. Esto nos hace reflexionar sobre la relación entre los animales y los seres humanos en ciertos entornos, y cómo los instintos naturales de la mascota pueden salir a la luz en situaciones de tensión hacia su dueño o hacia ellos mismos lo que nos hace preguntarnos ¿Cómo se refleja la conexión emocional entre humanos y sus mascotas?

En síntesis, Los perros hambrientos de Ciro Alegría, analiza la representación de la vida rural andina y la conexión entre humanos y animales. La novela se centra en la vida rural andina y narra la lucha por la supervivencia de una comunidad campesina y sus perros en un ambiente hostil marcado por la pobreza y la adversidad. A través de escenas conmovedoras y violentas, se muestra cómo los personajes enfrentan desafíos, reflejando la complejidad de las relaciones entre humanos y animales. Alegría nos invita a reflexionar sobre la naturaleza salvaje, la opresión y la profunda conexión emocional que compartimos con nuestras mascotas.

Referencias:

Alegría, C. (1939). “Los perros hambrientos”. Zig-Zag

Gálvez, J. (2021). Los perros y la naturaleza en Los perros hambrientos (1939) de Ciro Alegría [Tesis de Bachiller, Universidad Nacional Mayor de San Marcos]. Repositorio institucional de la UNMSM.https://cybertesis.unmsm.edu.pe/item/3ce96238-c554-4a7d-ac17-7370159251c7

Valdivia, A. (2016). Ciro Alegría y sus 108 años. Punto seguido - UPC. https://puntoseguido.upc.edu.pe/ciro-alegria-y-sus-108-anos/

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