Autor: Mircea Eliade
Año de Publicación: 2003
Editorial: Siruela
¿Qué sucede cuando el
tiempo deja de ser una línea recta? En la obra de Mircea Eliade "El burdel
de las gitanas", el personaje Gavrilescu sufre una profunda distorsión del
tiempo, abandonando el tiempo lineal y cotidiano. Al entrar en el burdel, se
introduce en un mundo donde las horas y los minutos no siguen el ritmo
habitual, simbolizando una ruptura con la realidad lineal. En esta nueva
dimensión temporal, el mundo deja de tener sentido, permitiendo a Gavrilescu
explorar lo desconocido. En la presente reseña exploraremos cómo el tiempo se
distorsiona en la realidad de Gavrilescu. Esta distorsión temporal es crucial
para el desarrollo del tema central de la obra, que explora la relación entre
la realidad lineal y lo desconocido.
La distorsión del tiempo ha sido un tema
recurrente en la literatura y la filosofía a lo largo de la historia. Autores
como Bonito, J., et al, en su obra (2011), sostienen que “el tiempo para cada
uno de nosotros es una evidencia familiar y la experiencia común parece ser
suficiente para que nunca dudemos de su existencia” (p.14). Esta afirmación
plantea la noción de que el tiempo es una constante lineal y estable una idea
que es familiar y aceptada por la mayoría de las personas en su vida cotidiana.
Sin embargo, esta percepción lineal del tiempo es puesta en cuestión cuando
analizamos experiencias narrativas que muestran una ruptura con esta
linealidad, como es el caso de Gavrilescu en el momento de salir del burdel. La
experiencia de Gavrilescu es un claro ejemplo de una alteración temporal que
simboliza un alejamiento de la realidad tal como la conocemos y una entrada en
un espacio alterno. Este fenómeno se puede observar en el siguiente fragmento
de Eliade: “Éstos ya no valen —dijo el cobrador devolviéndole el billete—.
Tiene usted que cambiarlo en el banco” (…) “—¡Qué raro! —dijo Gavrilescu
mirando el billete atentamente—. Esta mañana todavía valían. Y las gitanas los
cogen” (Eliade, 2003, p.86).
En este fragmento, es evidente que Gavrilescu
experimenta una alteración temporal que desafía la cronología cotidiana. La
frase “Éstos ya no valen —dijo el cobrador” seguida por “Esta mañana todavía
valían” Estos momentos subrayan la distorsión temporal, donde el tiempo deja de
seguir una cronología lógica, reafirmando la idea de una cronología
distorsionada que contradice la línea temporal. El tiempo, que en la vida
diaria es percibido como una constante inalterable, se convierte en algo
incierto y cambiante en la experiencia de Gavrilescu. Esta alteración no solo
añade profundidad y complejidad a la narrativa, sino que también, invita al
lector a reflexionar sobre la verdadera naturaleza del tiempo y cómo lo
percibimos en nuestras vidas. La confusión de Gavrilescu ante el cambio en el
valor del billete explica claramente el trastorno que surge cuando la
percepción del tiempo se distorsiona. Su sorpresa y la confusión son una
manifestación del desacuerdo de su memoria de lo que era cierto esa mañana y la
nueva realidad que enfrenta. Además, esta alteración temporal no solo afecta la
percepción del tiempo de Gavrilescu, de la misma forma, tiene implicaciones más
amplias sobre nuestra comprensión de la realidad. La experiencia de Gavrilescu
nos lleva a cuestionar la estabilidad de nuestras propias percepciones
temporales y nos recuerda que el tiempo puede ser subjetivo y alterable.
Del mismo modo, esta
ruptura con la linealidad del tiempo lo podemos observar cuando Gavrilescu va
en busca de su portafolio a la casa de Otilia, una pequeña a la que enseñaba a
tocar piano, y se da con la sorpresa de que era una adolescente y estaba
casada:
—” Las conocí bien a las dos. Cuando nos
vinimos a vivir aquí, Otilia acababa de prometerse, ya sabe, primero hubo esa
historia con el comandante. La señora Voitinovici no quería dar su
consentimiento, y tenía razón, se llevaban demasiados años. Otilia era una
niña. Aún no había cumplido los diecinueve” (Eliade, 2003, p.85).
Esta distorsión temporal
puede ser atribuida a la influencia del burdel, donde las normas y percepciones
comunes del tiempo se ven alteradas, provocando una desconexión entre la
memoria de Gavrilescu y la realidad actual. La cita del texto menciona que
Otilia “aún no había cumplido los diecinueve”, lo que resalta que, desde la
perspectiva de otros personajes, el tiempo ha avanzado de manera normal. Sin
embargo, la experiencia de Gavrilescu sugiere una ruptura con esta cronología
lineal. Según Zurutuza (2022), "La percepción del tiempo se basa en los
fundamentos esenciales de la estructura psíquica: la distinción entre el mundo
interno y externo, la prueba de realidad y la relación con los demás. Así,
cuando estos pilares se ven alterados, también se distorsiona la experiencia
del tiempo."
Zurutuza nos muestra una
visión psicológica de cómo la estructura psíquica puede influenciar en el
tiempo y en cómo la percibimos. Basándonos en esto, podemos afirmar que, el
burdel parece haber afectado la estructura psíquica de Gavrilescu. Este entorno,
donde las reglas y percepciones convencionales del tiempo se ven alteradas,
podría haber contribuido a la distorsión de su percepción temporal. La
confusión entre su mundo interno y externo, afectado por la atmósfera del
burdel, podría haber provocado que perdiera la noción del tiempo de una manera
extrema que, al salir, se encontró con un mundo totalmente diferente, donde
habían pasado años sin que él lo percibiera.
La estructura psíquica de
Gavrilescu, como describe Zurutuza, se ve profundamente afectada por esta
experiencia. La capacidad para entender qué es real y qué no lo es, se
distorsiona en un espacio donde las percepciones están en constante cambio.
Además, las complejas interacciones con otras personas en el burdel también
contribuyen a la confusión temporal que experimenta Gavrilescu.
Por lo cual, tras abandonar
este ambiente, Gavrilescu se enfrenta a un mundo exterior que ha seguido su
curso natural, ajeno al tiempo distorsionado que él experimentó dentro del
burdel. Esta desconexión entre su realidad interna alterada y la realidad
externa continua causa un profundo desconcierto. Así, la experiencia en el
burdel no solo afecta su estructura psíquica, sino que también distorsiona su
percepción del tiempo y su capacidad para integrarse de nuevo en una realidad
lineal y constante.
Como notamos, a lo largo de
toda la obra, la ruptura del tiempo en “El burdel de las gitanas” nos muestra
cómo la distorsión temporal puede abrir nuevas posibilidades de percepción y
experiencia diferentes al tiempo lineal. Lo cual nos invita a ser más
conscientes de cómo interpretamos y experimentamos el tiempo en nuestra vida.
Referencias bibliográficas:
Andrade,
M. (2014) El burdel de las Gitanas Mircea Eliade E, Mexico Documents https://vdocuments.mx/el-burdel-de-las-gitanas-mircea-eliade-e.html?page=63
Bonito,
J, medina, J. Morgado, M. Rebelo, D. Monteiro, G. Martins, L. Marques, L. (2011)
La naturaleza del tiempo y su complejidad: el caso del tiempo geológico -
implicaciones educativas. https://revistas.unal.edu.co/index.php/dyna/article/view/20071/48752
Zurutuza,
M. (2022, 11 abril). La percepción del
tiempo y su distorsión. SPM: Un Lugar de Encuentro, Donde Se Hace y Se Enseña
Psicoanálisis. https://spm.mx/2018/la-percepcion-del-tiempo-y-su-distorsion/
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