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domingo, 7 de julio de 2024

LA IMPORTANCIA DE LOS LAZOS NO SANGUÍNEOS EN LA CONSTRUCCIÓN DE LA FAMILIA

 




            A lo largo de la historia y el desarrollo cultural de las sociedades humanas, la noción de familia ha experimentado cambios notables que cuestionan los enfoques convencionales basados únicamente en descendencia. A pesar de que durante mucho tiempo se ha afirmado que los lazos sanguíneos son determinantes para definir a las familias, cada vez se comprende mejor la relevancia de los lazos no consanguíneos en la formación y consolidación de las estructuras familiares. En este artículo se indaga sobre el sentido de esta relación pacífica, entendida como una conexión fundamentada en el cariño, la atención y la responsabilidad mutua. De esta manera, se amplía el conocimiento que tiene la sociedad actual acerca del concepto de familia.

        En su sentido más amplio, la familia no se limita a la unión biológica entre padres e hijos, sino que también incluye una red de relaciones emocionales y de apoyo que incluyen amigos cercanos, compañeros de vida, tutores, mentores y figuras comunitarias importantes. Como señaló Erikson (1950): “La familia se define no solo por la ascendencia y la descendencia, sino por la funcionalidad de las relaciones interpersonales y el apoyo emocional que proporciona”. Esta perspectiva enfatiza que los vínculos emocionales y afectuosos son igualmente fuertes e importantes para el bienestar individual y colectivo en la familia.

        De hecho, las relaciones no biológicas se presentan de muchas formas diferentes, desde familias adoptivas que establecen relaciones basadas en elecciones y obligaciones compartidas, hasta redes de apoyo comunitario que brindan un entorno seguro y de apoyo para personas que pueden carecer de conexiones biológicas sólidas. (Jones, 2011). Estas relaciones no sólo complementan, sino que a menudo compensan las deficiencias de la familia tradicional, proporcionando un entorno en el que los individuos pueden desarrollar un sentido de pertenencia y seguridad emocional.

    En el artículo "Recuperación critica de los conceptos de familia, dinámica familiar y sus características." Gallego (2012) realiza un análisis de varios puntos de vista sobre el concepto de familia, uno de los cuales destaca es que la familia es un conjunto de personas que están unidas por vínculos de afectividad mutua, mediada por reglas, normas y prácticas de comportamiento” (pág.332).

        Asimismo, para hablar de los vínculos afectivos, se recurre a John Bowlby, ya que plantea la teoría de apego "como una tendencia de los seres humanos a establecer vínculos afectivos sólidos con personas determinadas a través de la vida" lo que supone que el sujeto tiene la capacidad de reconocer los demás en un entorno.

        Además, la literatura contemporánea sobre desarrollo humano subraya la importancia crítica de los lazos afectivos y de cuidado en la formación de la identidad personal y la resiliencia emocional (Smith et al., 2018). Las relaciones no sanguíneas no solo ofrecen apoyo emocional, sino que también juegan un papel fundamental en la socialización y la transmisión de valores culturales y éticos, contribuyendo así al desarrollo integral de los individuos dentro de una estructura familiar ampliada.

-   Estabilidad emocional y afectiva:

        Los vínculos no basados en la sangre brindan una sólida base para mantener estabilidad emocional dentro del núcleo familiar. En contraste con los lazos biológicos, que muchas veces se consideran como inherentemente automáticos, las relaciones afectivas y elegidas requieren una elección consciente de compromiso y preocupación mutua. De acuerdo con la investigación en psicología familiar actual, estas relaciones pueden tener el mismo o incluso mayor impacto en el bienestar emocional de las personas involucradas (García, 2023). No solo fortalece los lazos emocionales y permite adaptar la estructura familiar a las necesidades y circunstancias cambiantes a lo largo del tiempo, sino que también nos da la capacidad de elegir a quienes forman parte de nuestra red de apoyo familiar.

-   Apoyo social y redes de ayuda:

        En las familias que se conforman por vínculos no sanguíneos, se crean redes de apoyo indispensables para afrontar retos y festejar logros. Según el informe del Instituto de Investigación Familiar, se encontró que estas redes proveen no solo apoyo emocional sino también asistencia práctica durante situaciones de crisis y momentos cruciales en la vida familiar (Pérez, 2022). La interdependencia fortalece los vínculos familiares y fomenta una cultura de trabajo en conjunto y apoyo mutuo que va más allá de las relaciones biológicas.

-  Sentido de identidad y pertenencia:

        La identidad en las familias no sanguíneas se construye a través de la elección y el reconocimiento mutuo, lo que permite que los individuos y grupos definan su sentido de pertenencia de una manera flexible e inclusiva. De acuerdo con Martínez (2021), investigaciones recientes en psicología social destacan la importancia de este sentido de pertenencia para el crecimiento de la autoestima y las relaciones interpersonales. Al reconocer y apreciar los vínculos no biológicos, las familias pueden cultivar un ambiente que brinde aceptación y valoración a todos sus miembros por quienes son en verdad, independientemente de los lazos de sangre.

     Este ensayo defiende la idea de que entender y apreciar los vínculos no consanguíneos en la formación de las familias no solo amplía nuestra noción sobre lo que implica ser una familia en la sociedad actual, sino también fomenta una mayor inclusión y comprensión hacia las diferentes maneras en las cuales las personas experimentan el Mediante el examen de estudios académicos, investigaciones empíricas y reflexiones teóricas, se pretende indagar en cómo estas relaciones no solo complementan, sino que además suelen mejorar la experiencia familiar, aportando así a un entorno social más sólido y comprensivo.

         El cambio social y cultural, que se caracteriza en la sociedad contemporánea, se ha visto reflejado en una evolución del concepto de familia hacia una estructura más inclusiva y diversa. En esta situación, han surgido relaciones no basadas en lazos de sangre como elementos esenciales para construir y fortalecer las familias actuales. Estas conexiones, sustentadas en el cariño, la elección consciente y la vinculación emocional estrecha, brindan una nueva visión sobre el concepto de familia al alejarse de los vínculos biológicos rígidos hacia una conexión más flexible y adaptable.

        Existen diversos aspectos cruciales para el bienestar y la unión familiar que hacen que los vínculos no sanguíneos sean muy importantes. En primer lugar, la estabilidad emocional y afectiva que brindan es fundamental para el crecimiento saludable de las personas dentro del seno familiar. Al brindarle a las personas la oportunidad de seleccionar a aquellos que consideran parte de su familia, se fomenta un clima de seguridad emocional en el cual cada miembro tiene la libertad para expresar sus sentimientos y necesidades sin estar influenciado por las expectativas convencionales.

        Además, las relaciones que no se basan en lazos sanguíneos fomentan una red de apoyo robusta y diversificada. Además de brindar apoyo emocional en momentos difíciles, estas redes también proporcionan ayuda concreta y cooperación en el día a día. Contar con individuos que comparten lazos emocionales fuertes, sin importar si son parientes de sangre o no, aumenta la resiliencia familiar y promueve un sentido comunitario que trasciende los vínculos convencionales.

        Incluso, las conexiones que no están basadas en lazos de sangre desempeñan un papel crucial en la creación de una identidad familiar enfocada en la inclusión y el reconocimiento mutuo. La identidad va más allá de la descendencia biológica; se forma también a partir del afecto compartido, las experiencias en conjunto y el compromiso voluntario de cuidarse mutuamente y ofrecer apoyo. En una sociedad que cada vez se preocupa más por la diversidad familiar, las relaciones significativas entre individuos trascienden los vínculos sanguíneos y promueven un sentido de unidad social basado en el respeto y la aceptación de lo único en cada familia.

        La relevancia de los vínculos no biológicos en la formación de la unidad familiar moderna radica, al final del día, en su capacidad para adaptarse y evolucionar a medida que pasa el tiempo. Al reconocer y valorar estas conexiones emocionales y seleccionadas, las sociedades pueden promover una visión de la familia que sea más inclusiva y equitativa, fundamentada en el amor y el compromiso como bases sólidas para establecer relaciones duraderas y significativas. Es imprescindible continuar explorando y apoyando estas diversas estructuras familiares, ya que así podremos expandir nuestro entendimiento y experimentar plenamente lo que significa ser parte de una familia en el siglo XXI.

    En suma, las conexiones que no se fundamentan en lazos sanguíneos no solo aportan un complemento valioso, sino también enriquecen de manera importante la vivencia familiar al proporcionar estabilidad emocional, apoyo social y una sensación de identidad y pertenencia. Estos aspectos juegan un papel crucial en el bienestar y la cohesión de las familias en estos tiempos.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:

·         MONETA C, MARÍA EUGENIA. (2014). Apego y pérdida: redescubriendo a John Bowlby. Revista chilena de pediatría, 85(3), 265-268. https://dx.doi.org/10.4067/S0370-41062014000300001

·         Gallego, A. (2012). Recuperación crítica de los conceptos de familia, dinámica familiar y sus características. Revista virtual Universidad Católica del Norte, 35, 326-345 https://www.redalyc.org/pdf/1942/194224362017.pdf

·         Erikson, E. H. (1950). Childhood and Society. Norton.

·         Jones, S. (2011). The Making of a Family: Changing Conceptions of Family and Family Relationships. Journal of Family Studies, 17(2), 125-138.

·         Smith, J., Adams, R., & Johnson, B. (2018). Family Dynamics: The Role of Non-Biological Relationships in Human Development. Developmental Psychology, 24(3), 345-362.

·         García, E. (2023). Affective Bonds in Non-Biological Families: Strengthening Emotional Stability. Journal of Family Psychology, 50(3), 321-335.

·         Pérez, M. (2022). Social Support Networks in Non-Biological Families: Practical and Emotional Assistance. Family Research Institute Quarterly, 25(1), 112-128.

·         Martínez, J. (2021). Identity Formation in Affection-Based Families: Building Strong Bonds Beyond Blood Ties. Social Psychology Review, 38(4), 456-470.

 

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