La Divina
Comedia" describe las etapas del Infierno representadas en sus círculos.
Del primer al segundo círculo, Minos, el juez infernal, examina y condena a las
almas según sus pecados. Minos asigna el lugar de tormento envolviendo su cola
tantas veces como grados debe caer el alma. Al llegar, Dante escucha la
advertencia de Minos sobre la entrada al Infierno y el inevitable sufrimiento
que le espera, mientras las almas condenadas esperan su juicio en medio de
llantos y lamentos. El autor de este majestuoso libro es Dante Alighieri
(1265-1321), poeta italiano conocido también como "el poeta supremo".
Su obra, La Divina Comedia, fue publicada por primera vez por Seix Barral entre
los años 1973 y 1977. Esta obra maestra de la literatura italiana es un texto
cumbre de la literatura universal, importante en su época, ya que se utilizó el
dialecto toscano, siendo así el origen del italiano actual. La representación
del juez infernal examina, juzga y asigna el castigo adecuado a cada alma,
envolviendo su cola tantas veces como grados debe caer. Dante desciende y
observa este proceso, escuchando los lamentos de las almas condenadas. Minos
representa la justicia divina precisa e inexorable, mientras que Dante actúa
como testigo y narrador, revelando el funcionamiento del Infierno. En resumen,
"La Divina Comedia” ilustra la justicia divina, no solo retrata los
castigos eternos para diversos pecados, sino que, también nos invita a
reflexionar sobre la justicia divina y las consecuencias de nuestras acciones
en vida. Su narrativa busca despertar en el lector una conciencia moral y una
comprensión más profunda de la virtud y el pecado, destacando la importancia de
la redención.
La Divina
Comedia: El Infierno" es un tema muy particular que generó mucha
controversia, ya que, al ser vista en su tiempo como la única representación
del infierno, suscitó diversas comparaciones. Por ejemplo, en la Biblia, el
infierno se representa como el Hades. En Eclesiastés 9:10 se dice: “No habrá
obra y pensamiento, conocimiento y sabiduría en el infierno donde tú vas”, lo
cual implica que, estando en el Hades, no podrás obrar ni pensar en las cosas
malas que hiciste y redimirte, debido a que no hay perdón. Por otro lado, Dante
menciona que, en el infierno, cada círculo tiene diferentes castigos; por otro
lado, en la Biblia, en Génesis 2:17, se dice que el castigo por pecar es la
muerte y no la tortura: “Polvo eres y al polvo volverás” (Génesis 3:19).
Además, Bedrossian compara el infierno de Dante Alighieri con la Biblia y
señala que ningún texto bíblico menciona a Satanás reinando en el infierno;
incluso, en un versículo del Apocalipsis se lo condena a un lugar de
padecimiento y destrucción, mencionando que fue arrojado al lago de fuego y
azufre. Adicionalmente, en el Nuevo Testamento subyace la idea de que Dios es
dueño de todo, incluso del infierno, lo que nos lleva a preguntarnos por qué
Dante describe el infierno de esa manera. Para Bedrossian, esta descripción
podría ser una advertencia por parte de Dante. Probablemente, el infierno sí
existe, pero no se parece a lo que relata Alighieri. Hay personas que hoy en
día están viviendo un "infierno", pero siguiendo lo que dice el
poeta, mientras el corazón siga latiendo, hay posibilidad de salir de ello
(Bedrossian, 2022).
"La
Divina Comedia", Dante y Virgilio observan el castigo de los simoníacos en
la tercera bolsa del octavo círculo del Infierno, donde los pecadores que
comerciaron con bienes espirituales son enterrados cabeza abajo con los pies
ardiendo. Dante, a través de su narrativa, muestra una profunda admiración por
la justicia divina, que distribuye los castigos con impecable sabiduría y
precisión. Esta escena, por lo tanto, refleja la eterna retribución por la
corrupción y la avaricia, recordándonos que, aunque en la vida actual la
corrupción siga siendo un problema persistente, la justicia moral y ética es
fundamental. Además, el fragmento nos invita a reflexionar sobre la importancia
de la integridad y las consecuencias inevitables de nuestras acciones en la
sociedad, subrayando que las transgresiones morales no quedan impunes y que la
búsqueda de la rectitud es esencial para el bienestar colectivo.
En su libro
La Divina Comedia Dante nos presenta un sinnúmero de situaciones, entre ellas
podemos, ver un pasaje tenso y oscuro, como si hubieras descendido a los
abismos mismos, Dante coloca a su personaje en situación de temor en el
descenso al segundo circulo la presencia de Minos, se menciona lo
siguiente.
Así bajé del círculo primero
al segundo que menos lugar ciñe, y tanto más dolor, que
el llanto se mueve. Allí el
horrible Minos
rechinaba. A la entrada
examina los pecados; juzga y ordena según se relíe. Digo que
cuando un alma mal nacida
llega delante, todo
lo confiesa; y aquel
conocedor de los pecados ve el lugar del infierno que merece:
tantas veces se ciñe con la
cola, cuantos grados
él quiere que sea echada.
Siempre delante de él se encuentran muchos; van esperando
cada uno su juicio, hablan y
escuchan, después
las arrojan.
(Aliguiere,2019, p. 22)
En el
fragmento anterior se evidencia claramente una escena de terror, pues los
lectores inducen una posible situación en el infierno Alighieri nos introduce a
la figura de Minos, el juez del Infierno. La descripción del proceso judicial,
donde las almas confiesan sus pecados y son condenadas según el grado de sus
transgresiones, subraya la idea de una justicia implacable y divina. Este acto
de "ceñirse con la cola" según la gravedad del pecado muestra un
sistema preciso y mecánico de retribución, en contraste con las nociones
humanas de justicia, a menudo engañosos y corruptibles. El fragmento transmite
una sensación de inevitabilidad y orden, sugiriendo que no hay escapatoria ni
misericordia en el juicio divino, reforzando el tema central de la obra sobre
las consecuencias eternas de las acciones morales.
«Oh tú que vienes al doloso
albergue me dijo Minos en cuanto me vio, dejando el
actode tan alto oficio; mira
cómo entras y de
quién te fías: no te engañe
la anchura de la entrada.» Y mi guta: «¿Por qué le gritas
tanto? No le entorpezcas su
fatal camino; así se
quiso allí donde se puede lo
que se quiere, y más no me preguntes.» Ahora comienzan
las dolientes notas a
hacérseme sentir; y llego
entonces allí donde un gran
llanto me golpea. (Aliguiere,2019, p. 22)
Al final
Minos en un diálogo con el personaje. La advertencia sobre "la anchura de
la entrada" del Infierno y la posterior reacción del guía, señalando que
el destino ya está decidido "allí donde se puede lo que se quiere",
enfatiza la irremediable naturaleza del sufrimiento y la condena. Este diálogo
resalta la desesperanza y la inevitabilidad del destino que aguarda a las almas
condenadas. Además, la transición hacia el "gran llanto" subraya la
intensidad del sufrimiento que está por venir, creando una atmósfera de
anticipación y temor. Este pasaje profundiza en la naturaleza inexorable del
Infierno, donde cada alma está destinada a enfrentar las consecuencias de sus
acciones sin posibilidad de redención.
Dante nos llevan a una profunda exploración
de la justicia y el destino en el contexto del Infierno. Mediante la figura de
Minos, el poeta nos presenta una visión de justicia absoluta y despiadada,
donde cada pecado es juzgado y castigado con precisión. Esta representación de
una justicia divina, inflexible e inmutable, contrasta marcadamente con las
nociones humanas de justicia, que suelen permitir la redención y el perdón. La
advertencia de Minos y el posterior lamento de las almas condenadas enfatizan
la inevitabilidad del destino en el Infierno, donde el sufrimiento no solo es
esperado, sino ineludible. La imagen de Minos y su papel como juez nos hace
reflexionar sobre las consecuencias eternas de nuestras acciones. Alighieri nos
recuerda que nuestras decisiones y acciones tienen un peso moral que va más
allá de la vida terrenal, invitándonos a cuestionar nuestras propias vidas y
elecciones. La inevitabilidad y el sufrimiento que impregnan estos pasajes
incitan al lector a considerar la naturaleza de la justicia y el destino, y a
reflexionar sobre cómo nuestras vidas están influenciadas por estas fuerzas
inquebrantables. En última instancia, estos fragmentos nos enfrentan con la
cruda realidad de un sistema moral sin escapatoria, instándonos a vivir con
integridad y responsabilidad.
Otro de los relatos evidencia claramente
que en el infierno es un lugar de castigo y sufrimiento, continuando con el
recorrido del personaje describe escenas que inevitablemente les da más
nociones del infierno a los lectores.
La dolorosa selva es su
guirnalda, como para ésta lo es el triste foso; justo al borde
los pasos detuvimos. Era el sitio
una arena espesa
y seca, hecha de igual
manera que esa otra que oprimiera Catón con su pisada. ¡Oh
venganza divina, cuánto
debes ser temida de
todo aquel que lea
cuanto a mis ojos fuera manifiesto! De almas desnudas vi muchos
rebaños, todas llorando
llenas de miseria, y
en diversas posturas
colocadas: unas gentes yacían boca arriba; encogidas algunas se
sentaban, y otras
andaban incesantemente.
Eran las más las que iban
dando vueltas, menos las que yacían en tormento, pero más
se quejaban de sus
males. (Aliguiere,2019, p. 64).
En este
fragmento, se evidencia claramente un lugar de profunda tristeza y desolación.
La descripción de las almas desnudas en diversas posturas de sufrimiento, ya
sea sentadas o caminando sin cesar, crea una imagen vívida de la miseria y el
tormento eterno. La referencia a Catón y su pisada en la arena espesa subraya
la aridez y el desamparo del entorno, simbolizando la falta de esperanza y la
inevitable condena de las almas. Este pasaje no solo describe el sufrimiento
físico, también la angustia emocional y espiritual, enfatizando la severidad de
la retribución divina.
Por todo el arenal, muy
lentamente, llueven copos de fuego dilatados, como nieve en
los Alpes si no hay viento.
Como Alejandro en la caliente zona de la India vio llamas
que caían hasta la tierra
sobre sus ejércitos; por lo cual ordenó pisar el suelo a sus
soldados, puesto que ese
fuego se apagaba mejor si estaba aislado, así bajaba aquel
ardor eterno; y encendía la
arena, tal la yesca bajo eslabón, y el tormento doblaba.
Nunca reposo hallaba el
movimiento de las míseras manos, repeliendo aquí o allá de
sí las nuevas llamas.
(Aliguiere,2019, p. 65).
Una lluvia
lenta de copos de fuego sobre un arenal. Dante compara esta escena con las
llamas vistas por Alejandro Magno en India, proporcionando un contexto
histórico que amplifica el horror de la situación. El fuego que enciende la
arena y dobla el tormento refleja una intensidad de sufrimiento casi
incomprensible. La constante lucha de las almas por repeler las nuevas llamas
resalta la futilidad de sus esfuerzos y la perpetuidad de su castigo. Este
pasaje enfatiza la naturaleza incesante y despiadada del tormento en el Infierno,
donde no hay descanso ni alivio para los condenados.
Dante nos sumergen en visiones de
sufrimiento extremo y desesperanza en el Infierno. A través de la descripción
de la "dolorosa selva" y la lluvia de fuego, el poeta nos confronta
con la brutal realidad de la retribución divina. La representación de almas en
diversos estados de miseria física y emocional subraya la idea de un castigo
personalizado y eterno, donde cada detalle del tormento está diseñado para
reflejar la gravedad de los pecados cometidos. La continua lucha de las almas
contra las llamas y su desesperación al enfrentar un sufrimiento incesante nos
hace reflexionar sobre la naturaleza de la justicia divina. Alighieri nos
recuerda que las consecuencias de nuestras acciones son ineludibles, y nos
invita a considerar cómo nuestras propias vidas y decisiones pueden llevarnos a
un destino similar. Estos pasajes evocan una profunda reflexión sobre el dolor,
la justicia y la inevitabilidad del castigo; instándonos a vivir con una mayor
conciencia moral y responsabilidad.
Finalmente, observamos este último
fragmentó que la divina comedia también nos permite entender. La descripción
del tormento de los pecadores nos confronta con la intensidad del sufrimiento
en el Infierno, sugiriendo que no hay escape ni alivio para aquellos que han
cometido graves transgresiones.
¡Oh Simón Mago! Oh
mfseros secuaces que las cosas de Dios, que de los buenos
esposas deben ser,
¡como rapaces por el oro y la plata adulteráis! sonar debe la
trompa por vosotros, puesto que
estáis en la tercera bolsa. Ya estábamos en la
siguiente tumba, subidos en la parte del
escollo que cae justo en el medio de aquel
foso. ¡Suma sabiduría! ¡Qué arte muestras
en el cielo, en la tierra y el mal mundo,
cuán justamente tu virtud repartes! Yo vi, por
las orillas y en el fondo, llena la piedra
lívida de hoyos, todos redondos y de igual
tamaño. (Aliguiere,2019, p. 88).
En este
fragmento se ve el destino de los pecadores en el infierno. Los
Simoniacos, aquellos que corrompen las cosas de Dios por oro y plata. Utiliza
términos fuertes como "adulteráis" para subrayar la traición de estos
individuos hacia lo sagrado. La referencia a "Simón Mago" y sus
seguidores enfatiza la gravedad de sus pecados. El poeta utiliza la metáfora de
la "trompa" para llamar la atención sobre su destino en la tercera
bolsa del Infierno. Este pasaje destaca la "suma sabiduría" y la
justicia divina que se manifiesta en la disposición precisa y justa de los
castigos. La imagen de la piedra lívida llena de hoyos redondos de igual tamaño
sugiere un sistema de justicia minuciosa.
No los vi menos amplios
ni mayores que esos que hay en mi bello San Juan, y son el
sitio para los
bautismos; uno de los que no hace aún mucho tiempo yo rompí porque
en él uno se ahogaba:
sea esto seña que a todos convenza. A todos les salían por la
boca de un pecador los
pies, y de las piernas hasta el muslo, y el resto estaba dentro.
Ambas plantas a todos
les ardían; y tan fuerte agitaban las coyundas, que habrían
destrozado soga y
cuerdas. Cual suele el llamear en cosas grasas moverse por la
extrema superficie, así
era allí del talón a la punta. (Aliguiere,2019, p. 88).
Dante
compara los sitios de bautismo en San Juan, subrayando la ironía de que estos
lugares de salvación se conviertan en símbolos de condena. Los pies y las
piernas de los pecadores sobresalen de los hoyos, ardiendo constantemente, lo
que les causa un dolor tan intenso que agitan sus extremidades violentamente.
La descripción de las llamas que envuelven sus pies como el fuego que se
extiende sobre superficies grasas refuerza la intensidad del sufrimiento. Este
pasaje rememora una imagen vívida de agonía perpetua, destacando la severidad
del castigo divino.
Consideramos
que el discurso narrativo presente en este relato nos permite evidenciar cómo
es el infierno y el tormento de los pecadores, descrito con detalles gráficos y
angustiosos, estos fragmentos nos invitan a reflexionar sobre la naturaleza de
la justicia y la corrupción. Dante nos presenta un sistema de retribución
meticuloso y justo, donde cada pecado es castigado de manera proporcional y
precisa. La condena de los Simoniacos nos alerta sobre los peligros de la
corrupción y la traición a lo sagrado, recordándonos que nuestras acciones tienen
consecuencias eternas.
Referencia
Alighieri, D. (2019). La Divina Comedia.
Editorial Free. https://freeditorial.com/es/books/divina-comedia/#
Integrantes
Castro Medina Valeria
del Rocio
Curro Quispe Nilton
Kevin
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