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martes, 2 de julio de 2024

RESEÑA LITERARIA SOBRE, EL POEMA ÉPICO: "LA DIVINA COMEDIA" DE DANTE ALIGUIERI

 



La Divina Comedia" describe las etapas del Infierno representadas en sus círculos. Del primer al segundo círculo, Minos, el juez infernal, examina y condena a las almas según sus pecados. Minos asigna el lugar de tormento envolviendo su cola tantas veces como grados debe caer el alma. Al llegar, Dante escucha la advertencia de Minos sobre la entrada al Infierno y el inevitable sufrimiento que le espera, mientras las almas condenadas esperan su juicio en medio de llantos y lamentos. El autor de este majestuoso libro es Dante Alighieri (1265-1321), poeta italiano conocido también como "el poeta supremo". Su obra, La Divina Comedia, fue publicada por primera vez por Seix Barral entre los años 1973 y 1977. Esta obra maestra de la literatura italiana es un texto cumbre de la literatura universal, importante en su época, ya que se utilizó el dialecto toscano, siendo así el origen del italiano actual. La representación del juez infernal examina, juzga y asigna el castigo adecuado a cada alma, envolviendo su cola tantas veces como grados debe caer. Dante desciende y observa este proceso, escuchando los lamentos de las almas condenadas. Minos representa la justicia divina precisa e inexorable, mientras que Dante actúa como testigo y narrador, revelando el funcionamiento del Infierno. En resumen, "La Divina Comedia” ilustra la justicia divina, no solo retrata los castigos eternos para diversos pecados, sino que, también nos invita a reflexionar sobre la justicia divina y las consecuencias de nuestras acciones en vida. Su narrativa busca despertar en el lector una conciencia moral y una comprensión más profunda de la virtud y el pecado, destacando la importancia de la redención. 

 

La Divina Comedia: El Infierno" es un tema muy particular que generó mucha controversia, ya que, al ser vista en su tiempo como la única representación del infierno, suscitó diversas comparaciones. Por ejemplo, en la Biblia, el infierno se representa como el Hades. En Eclesiastés 9:10 se dice: “No habrá obra y pensamiento, conocimiento y sabiduría en el infierno donde tú vas”, lo cual implica que, estando en el Hades, no podrás obrar ni pensar en las cosas malas que hiciste y redimirte, debido a que no hay perdón. Por otro lado, Dante menciona que, en el infierno, cada círculo tiene diferentes castigos; por otro lado, en la Biblia, en Génesis 2:17, se dice que el castigo por pecar es la muerte y no la tortura: “Polvo eres y al polvo volverás” (Génesis 3:19). Además, Bedrossian compara el infierno de Dante Alighieri con la Biblia y señala que ningún texto bíblico menciona a Satanás reinando en el infierno; incluso, en un versículo del Apocalipsis se lo condena a un lugar de padecimiento y destrucción, mencionando que fue arrojado al lago de fuego y azufre. Adicionalmente, en el Nuevo Testamento subyace la idea de que Dios es dueño de todo, incluso del infierno, lo que nos lleva a preguntarnos por qué Dante describe el infierno de esa manera. Para Bedrossian, esta descripción podría ser una advertencia por parte de Dante. Probablemente, el infierno sí existe, pero no se parece a lo que relata Alighieri. Hay personas que hoy en día están viviendo un "infierno", pero siguiendo lo que dice el poeta, mientras el corazón siga latiendo, hay posibilidad de salir de ello (Bedrossian, 2022). 

 

"La Divina Comedia", Dante y Virgilio observan el castigo de los simoníacos en la tercera bolsa del octavo círculo del Infierno, donde los pecadores que comerciaron con bienes espirituales son enterrados cabeza abajo con los pies ardiendo. Dante, a través de su narrativa, muestra una profunda admiración por la justicia divina, que distribuye los castigos con impecable sabiduría y precisión. Esta escena, por lo tanto, refleja la eterna retribución por la corrupción y la avaricia, recordándonos que, aunque en la vida actual la corrupción siga siendo un problema persistente, la justicia moral y ética es fundamental. Además, el fragmento nos invita a reflexionar sobre la importancia de la integridad y las consecuencias inevitables de nuestras acciones en la sociedad, subrayando que las transgresiones morales no quedan impunes y que la búsqueda de la rectitud es esencial para el bienestar colectivo. 

En su libro La Divina Comedia Dante nos presenta un sinnúmero de situaciones, entre ellas podemos, ver un pasaje tenso y oscuro, como si hubieras descendido a los abismos mismos, Dante coloca a su personaje en situación de temor en el descenso al segundo circulo la presencia de Minos, se menciona lo siguiente.  

 

Así bajé del círculo primero al segundo que menos lugar ciñe, y tanto más dolor, que 

el llanto se mueve. Allí el horrible Minos 

rechinaba. A la entrada examina los pecados; juzga y ordena según se relíe. Digo que 

cuando un alma mal nacida llega delante, todo 

lo confiesa; y aquel conocedor de los pecados ve el lugar del infierno que merece: 

tantas veces se ciñe con la cola, cuantos grados 

él quiere que sea echada. Siempre delante de él se encuentran muchos; van esperando 

cada uno su juicio, hablan y escuchan, después 

las arrojan. (Aliguiere,2019, p. 22) 

 

En el fragmento anterior se evidencia claramente una escena de terror, pues los lectores inducen una posible situación en el infierno Alighieri nos introduce a la figura de Minos, el juez del Infierno. La descripción del proceso judicial, donde las almas confiesan sus pecados y son condenadas según el grado de sus transgresiones, subraya la idea de una justicia implacable y divina. Este acto de "ceñirse con la cola" según la gravedad del pecado muestra un sistema preciso y mecánico de retribución, en contraste con las nociones humanas de justicia, a menudo engañosos y corruptibles. El fragmento transmite una sensación de inevitabilidad y orden, sugiriendo que no hay escapatoria ni misericordia en el juicio divino, reforzando el tema central de la obra sobre las consecuencias eternas de las acciones morales. 

 

«Oh tú que vienes al doloso albergue me dijo Minos en cuanto me vio, dejando el 

actode tan alto oficio; mira cómo entras y de 

quién te fías: no te engañe la anchura de la entrada.» Y mi guta: «¿Por qué le gritas 

tanto? No le entorpezcas su fatal camino; así se 

quiso allí donde se puede lo que se quiere, y más no me preguntes.» Ahora comienzan

las dolientes notas a hacérseme sentir; y llego 

entonces allí donde un gran llanto me golpea. (Aliguiere,2019, p. 22) 

 

Al final Minos en un diálogo con el personaje. La advertencia sobre "la anchura de la entrada" del Infierno y la posterior reacción del guía, señalando que el destino ya está decidido "allí donde se puede lo que se quiere", enfatiza la irremediable naturaleza del sufrimiento y la condena. Este diálogo resalta la desesperanza y la inevitabilidad del destino que aguarda a las almas condenadas. Además, la transición hacia el "gran llanto" subraya la intensidad del sufrimiento que está por venir, creando una atmósfera de anticipación y temor. Este pasaje profundiza en la naturaleza inexorable del Infierno, donde cada alma está destinada a enfrentar las consecuencias de sus acciones sin posibilidad de redención. 

 

Dante nos llevan a una profunda exploración de la justicia y el destino en el contexto del Infierno. Mediante la figura de Minos, el poeta nos presenta una visión de justicia absoluta y despiadada, donde cada pecado es juzgado y castigado con precisión. Esta representación de una justicia divina, inflexible e inmutable, contrasta marcadamente con las nociones humanas de justicia, que suelen permitir la redención y el perdón. La advertencia de Minos y el posterior lamento de las almas condenadas enfatizan la inevitabilidad del destino en el Infierno, donde el sufrimiento no solo es esperado, sino ineludible. La imagen de Minos y su papel como juez nos hace reflexionar sobre las consecuencias eternas de nuestras acciones. Alighieri nos recuerda que nuestras decisiones y acciones tienen un peso moral que va más allá de la vida terrenal, invitándonos a cuestionar nuestras propias vidas y elecciones. La inevitabilidad y el sufrimiento que impregnan estos pasajes incitan al lector a considerar la naturaleza de la justicia y el destino, y a reflexionar sobre cómo nuestras vidas están influenciadas por estas fuerzas inquebrantables. En última instancia, estos fragmentos nos enfrentan con la cruda realidad de un sistema moral sin escapatoria, instándonos a vivir con integridad y responsabilidad. 

Otro de los relatos evidencia claramente que en el infierno es un lugar de castigo y sufrimiento, continuando con el recorrido del personaje describe escenas que inevitablemente les da más nociones del infierno a los lectores. 

 

La dolorosa selva es su guirnalda, como para ésta lo es el triste foso; justo al borde

los pasos detuvimos. Era el sitio una arena espesa 

y seca, hecha de igual manera que esa otra que oprimiera Catón con su pisada. ¡Oh 

venganza divina, cuánto debes ser temida de 

todo aquel que lea cuanto a mis ojos fuera manifiesto! De almas desnudas vi muchos 

rebaños, todas llorando llenas de miseria, y 

en diversas posturas colocadas: unas gentes yacían boca arriba; encogidas algunas se 

sentaban, y otras andaban incesantemente. 

Eran las más las que iban dando vueltas, menos las que yacían en tormento, pero más 

se quejaban de sus males. (Aliguiere,2019, p. 64).  

 

En este fragmento, se evidencia claramente un lugar de profunda tristeza y desolación. La descripción de las almas desnudas en diversas posturas de sufrimiento, ya sea sentadas o caminando sin cesar, crea una imagen vívida de la miseria y el tormento eterno. La referencia a Catón y su pisada en la arena espesa subraya la aridez y el desamparo del entorno, simbolizando la falta de esperanza y la inevitable condena de las almas. Este pasaje no solo describe el sufrimiento físico, también la angustia emocional y espiritual, enfatizando la severidad de la retribución divina. 

 

Por todo el arenal, muy lentamente, llueven copos de fuego dilatados, como nieve en 

los Alpes si no hay viento. Como Alejandro en la caliente zona de la India vio llamas 

que caían hasta la tierra sobre sus ejércitos; por lo cual ordenó pisar el suelo a sus 

soldados, puesto que ese fuego se apagaba mejor si estaba aislado, así bajaba aquel 

ardor eterno; y encendía la arena, tal la yesca bajo eslabón, y el tormento doblaba. 

Nunca reposo hallaba el movimiento de las míseras manos, repeliendo aquí o allá de 

sí las nuevas llamas. (Aliguiere,2019, p. 65). 

 

Una lluvia lenta de copos de fuego sobre un arenal. Dante compara esta escena con las llamas vistas por Alejandro Magno en India, proporcionando un contexto histórico que amplifica el horror de la situación. El fuego que enciende la arena y dobla el tormento refleja una intensidad de sufrimiento casi incomprensible. La constante lucha de las almas por repeler las nuevas llamas resalta la futilidad de sus esfuerzos y la perpetuidad de su castigo. Este pasaje enfatiza la naturaleza incesante y despiadada del tormento en el Infierno, donde no hay descanso ni alivio para los condenados. 

Dante nos sumergen en visiones de sufrimiento extremo y desesperanza en el Infierno. A través de la descripción de la "dolorosa selva" y la lluvia de fuego, el poeta nos confronta con la brutal realidad de la retribución divina. La representación de almas en diversos estados de miseria física y emocional subraya la idea de un castigo personalizado y eterno, donde cada detalle del tormento está diseñado para reflejar la gravedad de los pecados cometidos. La continua lucha de las almas contra las llamas y su desesperación al enfrentar un sufrimiento incesante nos hace reflexionar sobre la naturaleza de la justicia divina. Alighieri nos recuerda que las consecuencias de nuestras acciones son ineludibles, y nos invita a considerar cómo nuestras propias vidas y decisiones pueden llevarnos a un destino similar. Estos pasajes evocan una profunda reflexión sobre el dolor, la justicia y la inevitabilidad del castigo; instándonos a vivir con una mayor conciencia moral y responsabilidad. 

Finalmente, observamos este último fragmentó que la divina comedia también nos permite entender. La descripción del tormento de los pecadores nos confronta con la intensidad del sufrimiento en el Infierno, sugiriendo que no hay escape ni alivio para aquellos que han cometido graves transgresiones. 

¡Oh Simón Mago! Oh mfseros secuaces que las cosas de Dios, que de los buenos 

esposas deben ser, ¡como rapaces por el oro y la plata adulteráis! sonar debe la

trompa por vosotros, puesto que estáis en la tercera bolsa. Ya estábamos en la

siguiente tumba, subidos en la parte del escollo que cae justo en el medio de aquel

foso. ¡Suma sabiduría! ¡Qué arte muestras en el cielo, en la tierra y el mal mundo,

cuán justamente tu virtud repartes! Yo vi, por las orillas y en el fondo, llena la piedra

lívida de hoyos, todos redondos y de igual tamaño. (Aliguiere,2019, p. 88).  

 

En este fragmento se ve el destino de los pecadores en el infierno.  Los Simoniacos, aquellos que corrompen las cosas de Dios por oro y plata. Utiliza términos fuertes como "adulteráis" para subrayar la traición de estos individuos hacia lo sagrado. La referencia a "Simón Mago" y sus seguidores enfatiza la gravedad de sus pecados. El poeta utiliza la metáfora de la "trompa" para llamar la atención sobre su destino en la tercera bolsa del Infierno. Este pasaje destaca la "suma sabiduría" y la justicia divina que se manifiesta en la disposición precisa y justa de los castigos. La imagen de la piedra lívida llena de hoyos redondos de igual tamaño sugiere un sistema de justicia minuciosa.  

 

No los vi menos amplios ni mayores que esos que hay en mi bello San Juan, y son el 

sitio para los bautismos; uno de los que no hace aún mucho tiempo yo rompí porque 

en él uno se ahogaba: sea esto seña que a todos convenza. A todos les salían por la 

boca de un pecador los pies, y de las piernas hasta el muslo, y el resto estaba dentro. 

Ambas plantas a todos les ardían; y tan fuerte agitaban las coyundas, que habrían 

destrozado soga y cuerdas. Cual suele el llamear en cosas grasas moverse por la 

extrema superficie, así era allí del talón a la punta. (Aliguiere,2019, p. 88). 

 

Dante compara los sitios de bautismo en San Juan, subrayando la ironía de que estos lugares de salvación se conviertan en símbolos de condena. Los pies y las piernas de los pecadores sobresalen de los hoyos, ardiendo constantemente, lo que les causa un dolor tan intenso que agitan sus extremidades violentamente. La descripción de las llamas que envuelven sus pies como el fuego que se extiende sobre superficies grasas refuerza la intensidad del sufrimiento. Este pasaje rememora una imagen vívida de agonía perpetua, destacando la severidad del castigo divino. 

 

Consideramos que el discurso narrativo presente en este relato nos permite evidenciar cómo es el infierno y el tormento de los pecadores, descrito con detalles gráficos y angustiosos, estos fragmentos nos invitan a reflexionar sobre la naturaleza de la justicia y la corrupción. Dante nos presenta un sistema de retribución meticuloso y justo, donde cada pecado es castigado de manera proporcional y precisa. La condena de los Simoniacos nos alerta sobre los peligros de la corrupción y la traición a lo sagrado, recordándonos que nuestras acciones tienen consecuencias eternas.  

 

Referencia

Alighieri, D. (2019). La Divina Comedia. Editorial Free. https://freeditorial.com/es/books/divina-comedia/#

 

Integrantes

Castro Medina Valeria del Rocio 

Curro Quispe Nilton Kevin 

 

 


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