La obra "Las Enseñanzas de Don Juan" de Carlos
Castaneda resulta valiosa para explorar y comprender el chamanismo auténtico,
guiado por un verdadero chamán como lo es Juan Matus. El libro invita a
examinar el desarrollo histórico del chamanismo, destacando la profunda
responsabilidad y compromiso que conllevaba su práctica en relación con las
plantas alucinógenas. Este
enfoque nos permite contrastarlo con la situación actual, en la que con
frecuencia surgen individuos que, lejos de respetar la seriedad de esta
práctica, se presentan como oportunistas o estafadores utilizando las plantas
de manera irresponsable.
Los hongos son la puerta al ver.
Cuando los consumes, te llevan a un lugar donde puedes ver la esencia de las
cosas, donde no hay engaños. Pero no cualquiera puede manejarlos. Requiere
entrenamiento y preparación, porque te llevan a un lugar donde el conocimiento
es absoluto, y eso puede ser abrumador para los no preparados. (Castaneda,
1968, p. 26)
Castaneda subraya que el uso de
estas plantas, como los hongos psicoactivos, no es para cualquiera. Requiere
entrenamiento, preparación y respeto, ya que pueden brindar una visión
reveladora de la realidad, pero también pueden resultar abrumadoras para los no
preparados. La cita evoca una sensación de asombro y precaución, haciendo
hincapié en que el conocimiento absoluto puede ser peligroso si no se maneja
con la debida cautela.
Hemos comparado esta idea con la
tradición chamánica contemporánea, esto contrasta con la situación actual,
donde quedan pocos chamanes capacitados debido a la rigurosidad del
entrenamiento requerido y se presentan como oportunistas o estafadores
utilizando las plantas de manera irresponsable.
Para aprender sobre el poder, uno
debe estar dispuesto a experimentar con plantas que alteran la conciencia. La
yerba del diablo (datura) no es para cualquiera. Es una planta difícil de
manejar, pero su poder es inmenso. Con ella puedes convertirte en cualquier
cosa, puedes transformarte y ver el mundo de una manera que nunca habías
imaginado. Pero debes tener cuidado, porque si no la respetas, ella te
destruirá. (Castaneda, 1968, p.35)
El fragmento advierte sobre el poder de plantas como la yerba del diablo
(datura), que pueden permitir transformaciones profundas, pero la disposición a
experimentar con plantas que alteran la conciencia puede abrir un camino hacia
el crecimiento personal y la exploración interior. Sin embargo, es fundamental
actuar con cautela y respetar los límites, ya que el abuso o la falta de
respeto pueden acarrear consecuencias negativas; esto es una metáfora al
crecimiento personal, la transformación, y la necesidad de enfrentar desafíos respetando
nuestros propios límites para lograrlo. Evoca sentimientos de curiosidad,
aventura, miedo y precaución, subrayando la importancia de enfrentar los
desafíos y respetar los propios límites en el proceso de crecimiento personal y
espiritual.
La raíz del toloache tiene un poder
terrible. Si la usas bien, puede llevarte a volar, a viajar a otros mundos.
Pero también es peligrosa, porque si no la controlas, logra destruirte. La
datura es celosa y poderosa. Tienes que acercarte a ella con respeto, con gran
cautela, porque puede mostrarte cosas que no quieres ver. (Castaneda, 1968, p.
36)
Se
describe la doble cara del poder de la raíz del toloache, que brinda
experiencias espirituales profundas y visiones, Esto destaca la importancia de
acercarse con cautela y respeto al poder espiritual y psicodélico, y muestra la
complejidad de enfrentar realidades difíciles. Este fragmento promueve valores
positivos como el respeto, la precaución y la conciencia, pero también
introduce elementos negativos, por ejemplo, el peligro y el temor. Es crucial
ser consciente de los límites y riesgos inherentes al poder espiritual y
psicodélico. Surge la interrogante de cómo gestionar la eficacia de la planta y
encontrar un equilibrio entre la búsqueda de conocimiento y la precaución.
Mescalito es como un protector para
los que saben, y si te acepta, él te enseñará. Pero si no te acepta, entonces
no hay nada que hacer. Mescalito es el espíritu del peyote, y cuando uno lo
toma, él te muestra cosas que de otra manera no verías. No es una planta común,
es un ser, un maestro. No lo tomes a la liguera. (Castaneda, 1968, p. 46)
De
manera similar, se describe el poder y la complejidad del peyote, conocido como
Mescalito, que se concibe como una entidad espiritual que actúa como protector
y maestro, pero solo para quienes lo respetan y se preparan adecuadamente, el
texto transmite un total respeto y reverencia hacia el peyote, aludiendo a su
naturaleza como un espíritu poderoso y enigmático que brinda guía a quienes se
encuentran capacitados. Esto contrasta con el uso recreativo e inapropiado que
a menudo banaliza su significado sagrado.
En
conclusión, la obra refleja que el chamanismo y el uso de plantas psicoactivas
se presentan como prácticas espirituales profundas que exigen respeto,
preparación y responsabilidad. El verdadero chamanismo implica una relación
cuidadosa con estas plantas, donde el respeto y el conocimiento ancestral son
cruciales para evitar peligros. El contraste con las prácticas actuales,
dominadas por estafadores y oportunistas, resalta la importancia de honrar y
preservar estas tradiciones espirituales con la seriedad que merecen.
Referencia bibliográfica:
Castaneda,
C. (2015). Las Ensenanzas de Don Juan (M. Hernandez B, Ed.).
Createspace Independent Publishing Platform.
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