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martes, 25 de agosto de 2020

Patric Urquiza/ La Caída del Amor (Serie:Cuento)

 



El angustiado grito golpeó a todos con el frío punzante de esa tarde de invierno: ¡Sofiaaaa! El semáforo ordenó que los coches se detuvieran y muchos de los conductores y pasajeros de los taxis levantaron la curiosa mirada hacia el moderno y alto edificio contagiados por transeúntes detenidos observando atónitos ese trágico suceso: un hombre caía en picada desde el décimo piso. Adriano, que así se supo que se llamaba, caía con las extremidades abiertas como queriendo coger algo que descendía más rápido que él; en su raudo descenso pudo observarse reflejado fugazmente en las paredes envidriadas, se vio deforme como nadando hacia abajo casi como toda su vida siempre había sido. 

Sofía, ahora más calmada y resuelta, manejaba apresurada. Como nunca, le pareció extrema la cantidad de carros y muy distante llegar a ese edificio donde trabajaba Adriano. 

Abajo, la gente no sabía qué hacer. Unos pedían que llamaran a los bomberos; otros, a la policía; las mujeres lloraban y emitían ayes y diosmíos. ¡Hagan algo!, dijeron algunos. Era como si un muñeco hubiera sido lanzado desde lo alto de ese edificio  de Seguros y todos esperaban un desenlace inevitable.

Sofía, en medio de su ofuscación porque no avanzaba en medio de una congestión infernal de tráfico en esas últimas horas de la tarde, volvió a sentirse culpable por haber sido tan dura con Adriano, por haberle dicho que todo se iba a la mierda y que allí acababa esa relación, que no era el hombre para ella. De verdad que se lamentaba; pero que todo había sido para ver cuál era su reacción al decirle eso y para probar si la amaba. Entonces, optó por llamarlo y sorprenderlo. No contestaba. Decidió dejarle un mensaje de audio por WattsApp, porque él siempre los leía o escuchaba, esté como esté: Hola, Adriano, perdóname, lo siento… espérame en la terraza, estoy llevando unos traguitos que nos gusta para celebrar el San Valentín… espérame.  Pero, justo en ese instante, se oyó un golpe seco contra el pavimento. Y en medio del cuerpo desparramado se vio una mano sangrante sujetando un celular encendido.  


4 comentarios:

  1. Muy bien, Patrick. Sigue así, felicidades.

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  2. Profesor felicidades está muy bien su cuento 😁👍🏽🥳
    Soy Sharith :3

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  3. Bien.patrick . felicidades no debe ser fácil tener esa pinsaladas de inspiración está muy interesante y entretenidad...

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  4. Qué relato, eh! Felicidades... Un sube y baja de emociones que hacen que la narrativa se vuelva intensa e imperdible.

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