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domingo, 23 de agosto de 2020

Joe Guzmán/ 4 Textos Cortos (Serie: Poesía)

 





PUZZLES

Tienes que vender tu corazón, tus sentimientos más vehementes …

Carta de F. Scott Fitzgerald a Frances Turnbull 



LOS PÁJAROS

Nosotros somos como los pájaros. Siempre nos encontramos en constantes desplazamientos, buscando espacios donde sentirnos cómodos. Vivimos reuniendo desperdicios para poder construir algo. Los pájaros hacen sus nidos en las partes más altas de los árboles y les dan formas curiosas. Hacen un gran esfuerzo para poder estabilizarse. Pero al pasar el tiempo los nidos siempre terminan por caer.  Nosotros también juntamos desperdicios, pero no ramas ni objetos inutilizables, sino que nos posesionamos de amores abandonados por otras personas, de emociones que ya han dejado de sentir, de historias que no nos corresponden pero que a fin de cuentas las hacemos nuestras, olvidando que otros son los verdaderos protagonistas. 

Tarde o temprano, nuestras ilusiones también caen, sirviendo como desperdicios a otros que nuevamente empezarán a querer construir algo. 

De todo esto nadie puede escapar.


DEMIAN

A mi hijo. 

Son las diez de la mañana de un día cualquiera, Demian se aleja en un bus rumbo a Casa Grande. Salgo del paradero con las manos vacías, el sol oculta la parte izquierda de mi rostro, es una lengua que me despinta los cabellos y me coloca un papel entre mi pecho para doblar sus puntas y arrugarme el corazón.

Hay días que son palabras cortadas a destiempo, auroras siniestras tatuadas sobre las uñas, puentes colgantes sobre los cráneos. 

El bus aún se aleja y es como mirar mi cuerpo al borde de un precipicio, cazar un pájaro en la mitad del sueño y despertar por la humedad de la sangre. Yo también he buscado alejarme de todo esto, ser la respiración de un animal extinto, un crepúsculo en la espalda de alguna mujer, pero no he podido. Mi carne es la desidia de un espectro en la garganta de la noche. En el orificio del pasado se han fabulado el espanto de todos los hombres. Soportarlo es mi destino.

Soy el juguete sin piernas que Demian lleva entre sus brazos, mi habitación es el secreto de sus orines y yo me baño diariamente en él para ignorar la muerte. 


DARK

A veces sueño que el tiempo es un animal raro y hermoso que todos llevamos dentro. Siento sus diminutos dientes haciendo una fosa común en mi cabeza ¿Cuántos cadáveres entrarán en mí?  Ojalá el tuyo sea el primero y el último. 


UNA PELÍCULA EN BLANCO Y NEGRO

Caen hojas al costado de mi casa. Lo curioso es que no vivo al frente de un parque y los árboles más próximos están a una cuadra.

Se oye el soundtrack de “La Dolce Vita” (Finale). 

Hago memoria y la veo alejarse entre fantasmas. Ya no puede verme, ya no puedo ver su brazo haciéndome adiós, ya no puedo ver la placa del colectivo que huye despavorido por mi presencia. 

La noche se traga mi cuerpo y me expulsa en una habitación llena de libros, de ropa tirada por el suelo, de voces que abren grietas entre mis manos, de cadáveres que me sonríen mientras rasguño las paredes.  Es imposible retroceder dos horas de nuestra vida y volver a encontrarnos entre dos esquinas que hacen de todo por alejarnos.

No importa

Aún se oye el soundtrack

Somos una película en blanco y negro.

Yo, el antihéroe. Ella, mi heroína.

Yo, un juguete sin piernas ni brazos. 

Ella, mi chica de plástico cruel. 


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