De mí para en ti
“Es lo
mismo inteligir y ser”
Parménides
De mí para en ti
son mis plegarias
una canción
codificada
en el muslo de una
tromba
y la flor en
constante reposo
Carcasa
límite del augurio
vaso cesante
¡aquí mi corazón!
Signos
incorporados
violentos
testarudos
placer agonizante
¡aquí mi corazón!
De mí para en ti
como una vena
desprendida
de lo más profundo
del nudo
que me ata para no
tocarte
tristemente
acude a ti para
buscarse…
y no se busca…
Entis
Plenitud a montón
te ha llamado
con todos los
nombres imaginables
porque me has
soñado
y con el sueño
me he arrimado a tu costado
“No hay que pensar
dos veces y ser feliz
para tumbarnos en
la sal de la tierra
a palpar lo que
poco extrañaremos
(…) si lo otro
subsiste a nosotros”
sentenciaste fielmente
sin modificar la
precariedad de las cosas
ni el
deseo aun
por eso te creí…
Te miro
“El
camino hacia arriba
y el
camino hacia abajo
es uno
y el mismo”
Heráclito
Te miro
y erosionas
junto a la vejez
de las piedrecitas
mojadas de mi
pecho
Me miras
pero ya has pasado
Pasto rocío
Piel en fragor
cae ahora mientras
puedas
sobre mi espalda
empedrada
y trazada como
viruta
ahora que no
importa nada
ahora que ya nadie
habla
más que el camino
solo tú
Me gusta ser árbol
para perder tu
manzana
en invierno
después de otoño
y sembrar el soplo
de los pájaros
que vuelan hacia
el horizonte
donde amanece
Cielo
turbio redondo y
húmedo
¿Cuándo fue que dejamos
de ser jardín?
La esfinge
Si el poema es
¿el poeta dónde
está?
Se ha descarrilado
y caído
al hoyo que
atraviesa su boca
en las entrañas
del vacío
de la superficie esferoidal
O las esfinges
supremas
que dormitaron sus
palabras
se rehusaron a ser
metáforas
de algún sueño
posible
pero intransitable
y lo han
despellejado
para observar lo
que es
al interior de la
pared
dura como el marfil
Al acercarse a la
verdad
quedaron
aniquiladas
por el suspiro
torrencial
que esbozó de su
alma
incontemplada /
impiadosa
de tantos años
callar
Vientos fluviales
que trazan la
noche
en fría cosmogonía
olvidándose astros
a su distancia
irrumpen el
silencio
con una voz lenguaraz
que pronuncia
y pronuncia…
El poeta también
es
pero no está
Quién el culpable
si no la esfinge
de su palabra
que lo convirtió
en signo
o síntoma de
penumbras
y miserias
de ganas de vivir
jamás
Desde luego que es
porque ha cruzado
el río
sobre piedras caminando
en el sueño
Miró la naturaleza
de cerca siempre
completa
y se echó a andar
Mas nadie continuó
El poema
como su voz o
aliento
ahora es el
lenguaje del pueblo
lenguaje que goza de
una poesía
a la espera por
participar
en las contadas
fantasías
de un cielorraso
que a solas vemos
con los ojos
cerrados
Al administrador, tienen la poesía de Rogelio Gallardo..? Gracias.
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