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sábado, 6 de diciembre de 2025

"VENGANZA E IDENTIDAD: LA RESPUESTA DE LA NATURALEZA AL ABUSO INDÍGENA EN LA VENGANZA DEL CÓNDOR "

 


¿De qué manera puede un corazón oprimido hallar justicia si no es devolviendo el dolor que ha sufrido? Para responder a esta interrogante es necesario leer el cuento “La venganza del cóndor”, escrito por Ventura García Calderón, nació en París el 23 de febrero de 1886 y murió en la misma ciudad el 27 de octubre de 1959, estudió en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos en Lima, Fue Escritor, crítico y traductor. Esta narrativa fue publicada en 1924, la cual se desarrolla en los Andes del Perú, donde tenemos un contexto que, en la época republicana del Perú, que mostraba la persistencia del maltrato a los indígenas, a pesar de la independencia.  Es así como consideramos que, el cuento muestra que la violencia cometida hacia el indígena, quien mantiene su identidad, tiene como respuesta la venganza.

En La venganza del cóndor, el relato muestra el sufrimiento del indígena y el abuso del militar, lo que evidencia una violencia constante y estructural (Briceño, 2022). Esto demuestra que la violencia es parte de la vida diaria del indígena, marcada por una relación desigual donde la autoridad usa su poder para someterlo. Consideramos que esta descripción es acertada porque el cuento denuncia claramente el abuso de poder y la injusticia hacia los indígenas, mostrando una violencia tanto física como moral que afecta su dignidad. También invita a reflexionar sobre la violencia estructural que aún sufren muchos grupos vulnerables, recordándonos la importancia de no normalizar el abuso. “El militar le rasgó la frente de un latigazo. El indio y yo nos estremecimos; él por la sangre que goteaba en su rostro con lágrimas: yo porque llevaba todavía en el espíritu prejuicios sentimentales de bachiller en leyes” (García, 2019, p. 1). Esta cita evidencia la crueldad del capitán y cómo el látigo representa el poder del blanco sobre el indígena, reflejando el desprecio y el maltrato presentes en el relato, además muestra cómo la violencia era vista como algo normal, lo que invita a pensar en las injusticias y abusos que persistían en esa época y que aún existen hoy, por ello el mensaje es que el poder mal usado puede volver a una persona cruel e injusta, deshumanizando tanto al agresor como a la víctima.

La cita “La naturaleza se muestra infalible, destructiva y feroz, y no se deja dominar. Acaba por igual con blancos e indios, negros y chinos.” (Suárez, 2018, párr.6). Presenta a la naturaleza como una fuerza implacable que actúa con justicia igualitaria, que restablece el equilibrio frente a los abusos humanos. Esta visión refuerza la postura de García Calderón sobre la inutilidad de la soberbia humana frente a un poder superior, y muestra simbólicamente cómo la naturaleza responde a los abusos y recuerda los límites del poder humano. Además, la idea de la naturaleza como juez y vengadora, aunque simbólica, resulta efectiva para expresar la inevitabilidad de las consecuencias.  “Tal vez entre ellos y los cóndores existe un pacto oscuro para vengarse de los intrusos que somos nosotros…” (García, 2019) El fragmento muestra un vínculo entre los indígenas y la naturaleza que actúa como una forma de venganza andina frente a los abusos del hombre blanco. Consideramos que esta idea evidencia una valoración positiva de la sabiduría indígena y, al mismo tiempo, una crítica a la mirada de superioridad con la que el hombre blanco suele aproximarse a las culturas originarias. Invita a pensar en la distancia cultural entre ambos mundos y en cómo la justicia puede tomar formas distintas cuando la injusticia ha sido constante. El cuento muestra a la naturaleza, como fuerza moral vengadora, devuelve los abusos cometidos contra los indígenas y cuestiona la superioridad del hombre blanco.

“A través de los personajes foráneos, el Perú profundo es contemplado desde el exterior […]quienes se maravillan por una cultura que están lejos de comprender.” (Suárez, 2018, párr.3). Dando entender que la identidad indígena se muestra desde la mirada de los blancos, destacando su misticismo y sabiduría, pero sin darles voz propia. Esta versión invita a valorar la cultura indígena, pero su representación es parcial y depende del observador externo, lo que genera cierto exotismo. El cuento da a conocer la riqueza cultural, pero evidencia la necesidad de que los propios indígenas cuenten su historia para reflejar su verdadera identidad.

Yo no pregunté más, porque estos son secretos de mi tierra que los hombres de su raza no saben explicar al hombre blanco. Tal vez entre ellos y los cóndores existe un pacto oscuro para vengarse de los intrusos que somos nosotros (García, 2019, p. 8).

Este fragmento muestra la existencia de un conocimiento y una identidad indígena profunda que el hombre blanco no comprende, y sugiere que la venganza es parte de una justicia ligada a la naturaleza y a la cultura andina.  Consideramos que esta idea revela una valoración positiva hacia la sabiduría indígena y una crítica a la superioridad con la que el hombre blanco suele mirar a las culturas originarias. Invita a pensar en la distancia cultural entre ambos mundos y en cómo la justicia puede tomar formas distintas cuando la injusticia ha sido constante.

En conclusión, La venganza del cóndor revela cómo la violencia ejercida contra los indígenas no solo vulnera su dignidad, sino que también despierta fuerzas simbólicas de resistencia y justicia. Ventura García Calderón muestra que la opresión constante rompe los límites humanos y convoca una venganza que no proviene del individuo, sino de la naturaleza misma, presentada como una fuerza moral que reequilibra lo que el abuso ha desordenado. Del mismo modo, el cuento evidencia que la identidad indígena, aunque observada desde la mirada del hombre blanco, mantiene un vínculo profundo con la tierra y con saberes que este no comprende. Así, el relato no solo denuncia la violencia estructural, sino que también reivindica la vigencia de una identidad andina que encuentra en la naturaleza su forma de justicia. De esta manera, violencia, venganza e identidad se entrelazan para mostrar que ningún abuso queda impune y que la cultura indígena posee una fuerza moral capaz de responder, a los atropellos.

Referencias bibliográficas:

Briceño, C. (30 de mayo de 2022). La venganza del cóndor, de Ventura García Calderón. Castellano Actual. https://castellanoactual.com/la-venganza-del-condor-de-ventura-garcia-calderon/

García, V. (2019). La venganza del cóndor. https://pdfcoffee.com/la-venganza-del-condor-cuentos-2-pdf-free.pdf

 

Suárez, J. (2018). Crítica de literatura: Ventura García Calderón, La venganza del cóndor. Revista JC Suárez. https://jcsuarez.com.pe/index.php/2018/11/20/critica-de-literatura-ventura-garcia-calderon-la-venganza-del-condor/

 

 

 

EL MALTRATO INFANTIL LATENTE EN “LOS GALLINAZOS SIN PLUMAS”

 


¿Hasta cuándo los niños tendrán que cargar con injusticia y sufrimiento, siendo víctimas de una sociedad que normaliza la explotación y la violencia? Esta pregunta abre la reflexión sobre una realidad que, aunque dolorosa, sigue presente en distintos contextos sociales. Julio Ramón Ribeyro (1929–1994), escritor peruano, estudió Letras y Derecho en la Universidad Católica del Perú y posteriormente en Europa. Se desempeñó como narrador y diplomático, y es considerado uno de los cuentistas más importantes de la literatura latinoamericana. Su obra se caracteriza por retratar la marginalidad, la pobreza y las injusticias que afectan a los sectores más vulnerables. Entre sus relatos más reconocidos se encuentra Los gallinazos sin plumas, publicado en 1955. Este texto aborda la explotación infantil y la violencia familiar en un entorno marcado por la pobreza extrema.

La explotación infantil es una realidad que se refleja en múltiples obras literarias y testimonios sociales. En el relato se observa cómo “Don Santos explota a sus nietos para obtener una retribución” (Serrano, 2020, párr. 4). Esta situación muestra la crudeza de un sistema en el que los niños son utilizados como mano de obra, perdiendo su derecho a la infancia. El hecho de que un abuelo, figura que debería proteger, se convierta en explotador, evidencia la normalización de estas prácticas en contextos de pobreza, La explotación infantil no solo les roba la niñez, sino que perpetúa un círculo de desigualdad y sufrimiento. Esta realidad se muestra en la narración en el siguiente hecho: “tenía el pie hinchado, no obstante, lo cual prosiguió su trabajo” (Ribeyro, 2021, p.3), se revela la presión que obliga a los niños a continuar trabajando aun en condiciones de dolor físico. Este ejemplo refleja la falta de alternativas y la indiferencia social frente a la vulneración de sus derechos. Surge entonces la pregunta: ¿qué responsabilidad tiene la sociedad al permitir que un niño trabaje en condiciones que atentan contra su salud y dignidad?

La violencia es otro aspecto que destruye la infancia. “El maltrato en los niños, ejercido para satisfacer las necesidades de otros” (Torres et al., 2024, párr.3), muestra cómo la agresión física y emocional se convierte en un medio de control y descarga de frustraciones. Este tipo de violencia no solo daña el cuerpo, sino que también quiebra la confianza y la seguridad emocional de los niños. En la obra se describe: “Los golpes comenzaron a llover-. ¡A levantarse haraganes! … ¡Esto se acabó! ¡De pie!” (Ribeyro, 2021, p.6). Aquí se observa cómo el castigo físico se utiliza como método de disciplina, imponiendo miedo en lugar de respeto. La violencia familiar perpetúa generaciones enteras de sufrimiento y desigualdad, dejando huellas profundas que acompañan a los niños en su vida adulta. La infancia, que debería ser un espacio de cuidado y protección, se convierte en un escenario de miedo y dolor.

La pobreza extrema también marca la vida de los niños, “limitando sus oportunidades y condenándolos a la marginalidad. La desigualdad de oportunidades” (Olivos, 2017, párr.3) refleja cómo la falta de acceso a educación, salud y desarrollo perpetúa un ciclo de exclusión. No se trata solo de carencias materiales, sino de una negación sistemática de un futuro digno. En el relato se menciona que “Efraín y Enrique pronto… formaron parte de la extraña fauna de esos lugares” (Ribeyro, 2021, p.3). Esta metáfora deshumaniza a los niños, mostrando cómo la pobreza los convierte en seres invisibles para la sociedad, obligados a adaptarse a ambientes hostiles que les roban su infancia. Ante esta realidad, la cuestión fundamental es: ¿qué mecanismos reales existen para que los niños pobres puedan escapar de la marginalidad y acceder a oportunidades que les permitan transformar su vida?

En conclusión, la explotación infantil en la sociedad se manifiesta a través de la violencia familiar y la pobreza, perpetuando un círculo de sufrimiento y desigualdad. La obra de Ribeyro evidencia de manera cruda y poderosa estas tres realidades que atraviesan muchos niños: la explotación infantil, la violencia familiar y la pobreza extrema. La importancia de este relato radica en que expone cómo la pobreza no es solo una carencia material, sino una fuerza que deshumaniza a los niños, convirtiéndolos en seres invisibles para la sociedad y obligados a adaptarse a ambientes hostiles que les roban su infancia. Esta situación de marginalidad y sufrimiento, ejemplificada en el hecho de que un abuelo se convierta en explotador, evidencia la normalización de estas prácticas en contextos de miseria.

REFERENCIAS

Olivos, S. (2017). Crítica: Gallinazos. Oficio Crítico. https://eloficiocritico.blogspot.com/2017/12/critica-gallinazos.html

Ribeyro, J. (2021). Los gallinazos sin plumas. Editores impacto cultural.

Serrano, J. (2020). Americanismos en “Los gallinazos sin plumas” de Julio Ramón Ribeyro. https://revistas.apl.org.pe/index.php/boletinapl/article/view/298/1016

Torres, D.  C. Torres, L. Guerrero, N. (2024). El maltrato infantil en la obra “Los gallinazos sin plumas” de Julio Ramón Ribeyro. https://www.lectura-abierta.com/el-maltrato-infantil-en-la-obra-los-gallinazos-sin-plumas-de-julio-ramon-ribeyro-no-somos-objetos/

viernes, 5 de diciembre de 2025

"LA CIUDAD Y LOS PERROS" UNA MANIFESTACIÓN DE LA OPRESIÓN DE LA LIBERTAD

 




¿Hasta qué punto la disciplina justifica la pérdida de la libertad y la identidad personal? Esta pregunta surge al conocer las vivencias de los personajes de la novela La ciudad y los perros, escrita por Mario Vargas Llosa, nació en Arequipa el 28 de marzo de 1936 y falleció el 13 de abril de 2025 en Lima, a los 89 años. Este escritor no solo ha producido textos narrativos, sino también ensayos, obras de teatro y memorias. Fue merecedor de diversos premios, entre ellos el Premio Nobel de Literatura en 2010, otorgado por “su cartografía de las estructuras de poder y sus imágenes penetrantes de la resistencia, la rebelión y la derrota del individuo”. La narración, motivo de esta crítica fue publicada en octubre de 1963. Trata sobre la vida de cadetes jóvenes en el Colegio Militar Leoncio Prado de Lima, inmersos en una disciplina militar brutal, enfrentados a prejuicios sociales y raciales, y sometidos a una jerarquía violenta. Muchos críticos la consideran una crítica feroz a una sociedad autoritaria que suprime la libertad y la sensibilidad humana. La obra es vista como un reflejo del autoritarismo, la deshumanización y opresión de la libertad que pueden surgir en instituciones rígidas, donde se anula la individualidad en nombre de la disciplina.

 “Cava no reconoció la voz […] Confusamente, deseó perder la voluntad y la imaginación y ejecutar el plan como una máquina ciega” (Vargas LLosa, 2003, p. 8). Se observa cómo el Colegio Militar suprime la autonomía de los cadetes cuando Cava desea actuar “como una máquina”, mostrando la pérdida de voluntad que exige el sistema. Esta lógica revela que la disciplina allí no forma personas, sino que las deshumaniza convirtiéndolas en sujetos sometidos; estos episodios evidencian que el orden del Leoncio Prado se sostiene principalmente en la presión psicológica y en la intimidación, mecanismos que mantienen la obediencia y refuerzan el carácter autoritario del colegio. “Es evidente que al denominar “perros” a los cadetes el autor niega su humanidad y quiere resaltar su aspecto bestial, instintivo y su vida triste, solitaria, plagada de abusos y maltrato” (Montero, 2024, p.15). Los adjetivos calificativos usados para referirse a los cadetes evidencian su deshumanización y la degradación emocional que sufren dentro del colegio militar , esto simboliza una vida marcada por abusos, soledad y falta de afecto, revelando que el Leoncio Prado no forma personas íntegras, sino individuos quebrados y privados de dignidad. Esta situación muestra la crudeza del sistema militar y la deshumanización que sufren los cadetes en un entorno donde el maltrato se normaliza, el término empleado denuncia que el colegio militar no forma personas, sino que las somete y quiebra su dignidad, reduciéndolas a la supervivencia. Es así, que el Premio Nobel a través de su narrativa evidencia como la degradación deshumaniza, afecta la formación de ciudadanos íntegros, mostrando el impacto negativo de un modelo que anula la humanidad en lugar de desarrollarla.

“El esclavo estaba solo […] Diez rostros indiferentes lo contemplaban como a un insecto; le impedían ver el techo.” (Vargas, 2003, p. 20). Se revela que el autoritarismo que domina el colegio militar no solo proviene de los superiores, sino que permea a los propios cadetes, quienes reproducen la misma lógica de dominio y sometimiento. Esto simboliza el autoritarismo no solo controla sus acciones, sino también su percepción del entorno y su capacidad de imaginar libertad. La escena muestra cómo el Leoncio Prado opera como un microcosmos autoritario donde el poder se ejerce desde arriba, pero también se reproduce entre los mismos estudiantes, anulando la dignidad y el espacio vital de los más vulnerables. Mata (2022) señala que “la sobrevivencia solo se puede lograr si se tiene poder sobre los demás” y que la institución impone no ser ni parecer sumiso” (p.126). Se muestra que el colegio militar funciona como un espacio autoritario, donde la supervivencia depende de dominar a otros y evitar mostrar debilidad; la libertad individual está subordinada a la lógica del poder y la obediencia forzada. Esto evidencia que la institución no busca formar ciudadanos libres o críticos, sino sujetos condicionados a reproducir jerarquías y ejercer control sobre sus pares, normalizando la opresión; la cita nos permite comprender cómo los sistemas autoritarios transforman a las personas en actores de dominación y miedo, anulando la solidaridad y la autonomía, y perpetuando la violencia dentro de la institución. El autoritarismo reflejado por Vargas Llosa evidencia cómo las instituciones que priorizan la obediencia absoluta, la violencia sobre la libertad y la dignidad individual contribuyen a formar ciudadanos sumisos, temerosos y poco críticos, repercutiendo negativamente en la construcción de una sociedad democrática y justa.

Sentí que me crecía el estómago, algo bien doloroso. El serrano, amarillo, marcaba el paso […] (Vargas, 2003, p. 83). Se refleja cómo la institución militar limita la libertad física y psicológica de los cadetes, evidenciando el sufrimiento corporal y emocional que provoca la presión constante del entorno militar, esto confirma el control absoluto sobre los movimientos y decisiones del individuo, indicando que incluso los gestos más simples están vigilados y regulados. El fragmento muestra cómo la libertad personal queda anulada, y los cadetes deben adaptarse a un sistema que impone obediencia, generando opresión y pérdida de autonomía. “Los adolescentes han pasado de un grado de inocencia un tanto soñadora, a otro de aceptación más sabia y cínica de la jerarquía, la autoridad, y la masculinidad, todo esto matizado por una violencia física y psicológica” (Mendoza ,1996, p.74). Esto señala que los cadetes pasan por un tránsito forzado, casi sin elección un modelo rígido impuesto por la institución , evidenciando que el aprendizaje y la sabiduría adquirida no es libre ni voluntario, sino que surge de un contexto dominado por la violencia, que obliga a los jóvenes a aceptar normas y roles que no han elegido;  la violencia institucional transforma prematuramente a los adolescentes, obligándolos a renunciar a su libertad y espontaneidad para adaptarse a un orden autoritario, que conlleva a la formación de individuos fracturados, sometidos y condicionados por el miedo, revelando el impacto corrosivo del autoritarismo en la adolescencia y en la sociedad que lo reproduce.

En conclusión, la novela, La ciudad y los perros de Mario Vargas llosa, reafirma que el Colegio Militar constituye un sistema autoritario, capaz de quebrar la libertad y la dignidad de los cadetes, a lo largo de la obra, la deshumanización, el autoritarismo y la opresión de la libertad se consolidan como los pilares que mantienen esta estructura represiva. Frente a ello, la novela nos recuerda la urgente necesidad de cuestionar toda institución que legitime el abuso de poder y normalice la violencia, pues ninguna formación puede justificarse si sacrifica la humanidad de quienes la integran. ¡Es imperativo no callar ante modelos que destruyen, en lugar de educar!

Referencias:

Mata, M. (2022). La masculinidad hegemónica dentro de un ambiente represivo: La ciudad y los perros de Mario Vargas Llosa. Acta Poética, 43(2), 178–207. https://doi.org/10.19130/iifl.ap.2022.2.178x270s7

Montero, V. (2024). La “adolescencia radical” en La ciudad y los perros de Mario Vargas Llosa. https://www.academia.edu/RegisterToDownload/academicWelcomeFlow/primaryOccupation?redirect_path=%2F19153329%2FInvestigacic3b3n_de_la_ciudad_y_los_perros_de_mvll_1

Salazar, S. (1996). La ideología militar en la educación de los adolescentes a través de la novela La ciudad y los perros de Mario Vargas Llosa Tesis de licenciatura, Universidad Nacional Autónoma de México. https://repositorio.unam.mx/contenidos/la-ensenanza-de-la-redaccion-a-no-hispanohablantes-269091?c=Vp19gP&d=false&q=\*: \*&i=5&v=1&t=search_0&as=0

Vargas, Ll (1963). La Ciudad y los perros.

https://www.guao.org/sites/default/files/biblioteca/La%20ciudad%20y%20los%20perros%20Vargas%20LLosa.pdf

 

WIÑAYPACHA: UNA REFLEXIÓN SOCIAL DEL ABANDONO EN LA VEJEZ

 


¿Cuál es el rol del Estado frente a los diversos problemas que afrontan los ancianos que viven solos en nuestro Perú? La pregunta surge al observar la película Wiñaypacha, dirigida por Óscar Catacora, cineasta puneño nació en Acora el 18 de noviembre en 1987 y falleció el 26 de noviembre de 2021; participó en diversas producciones audiovisuales como El sendero del chulo (2007), La venganza del Súper cholo (2013) y Aventura sangrienta (2017), destacando también como guionista y director de fotografía. Wiñaypacha, estrenada el 4 de agosto de 2017, fue su primer largometraje completamente hablado en aimara. La cinta representó oficialmente al Perú en la categoría de Mejor Película en Lengua Extranjera en los 91° Premios de la Academia y se exhibió en el Festival de Cine de la Lengua Materna en 2020. La obra recibió importantes distinciones, entre ellas los premios a Mejor Joven director, Mejor Película y Mejor Cinematografía en el Festival Internacional de Cine de Guadalajara en 2018. A través de esta película, el director evidencia el abandono en la vejez, la pérdida de identidad y la lucha diaria por la supervivencia que aún se viven en las zonas altoandinas del país.

Un primer aspecto visible de la película es el abandono en la vejez, tal como se observa en la mayoría de las escenas: A la mañana siguiente del sueño de Phaxsi, ambos suben a la cima del cerro para esperar a su hijo. Incluso Willka realiza un llamado con su chuspa, pero pasan horas sin que él aparezca. Frente a esta ausencia, los ancianos reflexionan sobre las razones de su alejamiento. Phaxsi, entre lágrimas, se pregunta por qué no llega ni responde a su llamado. (Catacora, 2017).  La escena muestra claramente la esperanza y paciencia con la que Phaxsi y Willka aguardan el regreso de su hijo. Ellos hacen un ritual para convocarlo, pero con el paso de los días sienten la desilusión de su ausencia. La película refleja una realidad frecuente en las zonas altoandinas: muchos padres mayores esperan a hijos que, por estudiar o migrar a ciudades, terminan desconectándose de sus raíces. En este contexto surge la pregunta: ¿por qué algunos jóvenes se alejan de su origen? El hecho de dejar sus raíces conlleva a dejar en el abandono a su familia, que en film se muestra a dos padres que sufren el olvido de su hijo. Según Gutiérrez (2019), Wiñaypacha es la obra más emblemática de Catacora. Narra la vida de dos ancianos Aimaras que permanecen aislados en el altiplano, lejos del contacto social. Esta afirmación presenta elementos visuales sobre el abandono al poblador andino; siendo un testimonio cultural que retrata la soledad en la que viven los adultos mayores. Desde nuestra perspectiva, la escena evidencia una situación muy presente hoy: numerosos ancianos quedan relegados por la sociedad y, en muchos casos, incluso por su propia familia; ¿de qué manera el cine podría motivar a los jóvenes a valorar su tierra natal y mantenerse vinculados a ella?

Un segundo aspecto presente en la película es la pérdida de identidad: La escena representa que Phaxsi, tras la muerte de su esposo y la pérdida de sus animales, recoge sus pocas pertenencias incluida la ropa y los objetos de su hijo Antuku y abandona su hogar destruido (Catacora, 2017). Al sentirse totalmente sola, decide marcharse, dejando atrás una casa cargada de recuerdos y dolor. Consideramos que esta parte de la película muestra la dureza de la vida, que la enfrenta a la pérdida y la obliga a dejar lo poco que le quedaba. ¿cómo impacta la perdidad en nuestra sociedad?  En esa línea, Lecaros (2024), señala que la película refleja la esperanza constante de Phaxsi y Willka por el regreso de su hijo Antuku, quien migró a la ciudad hace muchos años. A través de la representación de sus actividades cotidianas, como el trabajo agrícola, el tejido y el cuidado del entorno, el espectador se adentra en la cosmovisión andina, donde el tiempo se vive con paciencia y la relación con la naturaleza es esencial. Desde esta mirada, consideramos que la migración de los hijos hacia otras ciudades genera un quiebre en la identidad familiar y comunitaria. Esto lleva a cuestionarnos: ¿hasta qué punto la migración rompe la continuidad cultural y los lazos afectivos dentro de las familias andinas?

Un último aspecto visible en la película de Catacora es la lucha por la supervivencia: La escena muestra a Phaxsi sacrificando a su llama para alimentar a Willka, llorando y lamentándose por lo que debe hacer (Catacora, 2017). Ambos llegan a ese extremo después de perder sus pertenencias en un incendio y no tener otra fuente de alimento. Esta situación refleja la desesperación y la lucha por sobrevivir, evidenciando la dura decisión de tener que sacrificar a un animal querido para poder subsistir. Cabe preguntarnos: ¿cuántas personas actualmente enfrentan situaciones tan extremas cuando está en juego la supervivencia? En relación con este tema, Fernández (2021), señala que la película del director puneño Óscar Catacora presenta una imagen clara de la Otredad como concepto sociocultural y teórico. Su análisis aborda cómo el film representa al “Otro” al andino peruano, como es la vida en los lugares alejados de la ciudad, en donde muchas veces se tiene que sobrevivir antes las adversidades. Es así como la obra pone en evidencia la marginación de las comunidades andinas y la relaciona con la compleja realidad política del país. Desde nuestro punto de vista, la película ofrece una representación profunda de la supervivencia y la exclusión que sufren muchos habitantes del altiplano. Su enfoque en la Otredad promueve una reflexión necesaria sobre esta problemática. Esto nos lleva a plantear una nueva pregunta: ¿Debe que manera el Estado puede cambiar las situaciones extremas en las que viven los adultos mayores en el Perú actual?

Para finalizar, la película muestra el aislamiento en la vejez, la desaparición del sentido de identidad y la constante batalla por mantenerse con vida. Pues a través de las escenas conmovedoras, se observa la soledad de personas de la tercera edad en zonas altoandinas del Perú, ya que sufren el abandono de sus hijos, quienes en búsqueda de oportunidades migran a las grandes ciudades, dejando atrás sus usos y costumbres; además pierden contacto con sus padres, muchos de ellos ancianos que deben luchar por sobrevivir ante las condiciones extremas. En ese sentido, todo universitario debe de ver la película, ya que nos muestra la dureza de la vida en las zonas andinas del Perú; para asumir compromisos sociales desde la formación de cada uno, logrando desarrollar una sociedad empática y con conciencia social.

Referencias:

Catacora, Ó. (director). (2017). Wiñaypacha [Película]. Cine Aymara Studios. https://www.youtube.com/watch?v=WjiiEymnMs0

Fernández , M. (2021, 16 de marzo). Ensayo: Wiñaypacha La noción de otredad. Cine ventana Indiscreta. https://www.ventanaindiscreta.ulima.edu.pe/post/ensayo-wi%C3%B1aypacha-2017

Gutiérrez, A. S. (2019). Identidad nacional y cine regional: Wiñaypacha, visibilizando la cultura Aymara.[ Trabajo de investigación para optar el Grado de Bachiller en Comunicaciones]. Repositorio institucional USIL.https://repositorio.usil.edu.pe/server/api/core/bitstreams/e1a2b14f-ddd7-4463-aa2b-8158179dce1f/content

Lecaros, E. (2024). Percepción del espectador sobre el discurso narrativo de la cultura aimara: caso película Wiñaypacha [Tesis de licenciatura, Universidad San Ignacio de Loyola]. Repositorio Institucional USIL. https://repositorio.usil.edu.pe/server/api/core/bitstreams/1b777a24-23e1-409d-9bb8-046fcdc38ced/content


VENGANZA DEL CÓNDOR: UNA MUESTRA DEL VÍNCULO DEL HOMBRE CON LA NATURALEZA PARA ALCANZAR LA JUSTICIA

 


        ¿De qué manera se está disminuyendo la violencia, opresión y abuso en la sociedad actual?, esta pregunta forma parte de la reflexión en torno a el cuento “La venganza del cóndor”, donde el abuso hacia los indígenas era frecuente. Escrito por Ventura García Calderón, nacido en París el 23 de febrero del año 1886, después del cautiverio de su padre en Chile, inicio sus estudios en la Recoleta de Lima y los continuo en la Universidad Mayor de San Marcos, viviendo hasta el año 1959, dentro de su producción literaria también tiene: Yacu-mama y El alfiler, Parnaso peruano, Los primeros versos de Rubén Darío, Los mejores cuentos americanos, Aguja de marcar y El nuevo idioma castellano. Su principal cuento es el que hemos elegido para redactar un comentario crítico; fue escrito en el año 1924, en el que, el autor sin conocer la realidad de los indios, mostró la discriminación racial y abuso hacia los indios, surgiendo la venganza sin interferencia humana.

        Para Filhol (2013) “quien probablemente no había visto un indio en su vida, mencionó su sufrimiento” (p. 253), indicando que el autor citado menciona que Ventura sin conocer la realidad, describió la opresión en dichas épocas, las cuales expresa como vivían los indios, reflexionando que la opresión en ninguna parte del mundo debe ser aceptada, pero ¿no seguirán oprimiendo en la actualidad?; en la narración, García (1986) describe como los trataban expresando: “Pedazo de animal-vociferaba el capitán atusándose los bigotes donjuanescos-así son todos estos bellacos”(p.398), en donde refleja una actitud despectiva y autoritaria, evidenciando la violencia verbal y racial, resultando impactante por revelar la marginación hacia los indios, denotando la injusticia y el abuso de poder en la sociedad, las cuales frente a la mentalidad racista y autoritaria, debe ser cambiada por el respeto, la igualdad, y no repetirlas en la actualidad. De esta manera evidenciamos que el escritor explica los excesos con que se vivía en los pueblos indígenas, constituyendo un acto de discriminación a los indios.

        Según Anchante (2021) “evidencia las tensiones entre estética y realidad social por el abuso entre otras cosas que padecían los indios” (p. 83), donde menciona que escritores o artistas describen a los indígenas y el abuso que padecían, las cuales denota sensibilidad al querer representar a los indios, pero insuficientes al manifestar su abuso, reflexionando que en muchos casos se apropiaba el hacía algunas personas, que es repudiable, pero ¿seguiremos practicando hoy en día el abuso?, así mismo, García (1986) expresa el abuso con el que eran tratados: “¿y el pabellón negro, so canalla?, si no te apuras, vas a probar cosa rica” (p.399), donde mostraban violencia física o humillación para dominar a los indios, en la que se transmiten una amenaza cargada de sarcasmo, convirtiendo lo placentero en castigo, mostrando una actitud intimidante y agresiva hacia los indios por parte del hablante, por consiguiente: ¿cómo transformar esas formas de habla que dilatan la violencia social y cultural hoy?.  Es así como un segundo elemento presente en el cuento es la violencia física y psicológica, expresada con los castigos innecesarios que recibían los indios, mostrando la dura realidad del abuso del visitante extranjero.

        El escritor Ugarelli (2023) expresó la “recepción negativa del texto en el Perú en donde la venganza del cóndor llego sin intervención humana”, mostrando que fue rechazado en el país, por la manera en que descifraban sin conocer a los indios, pero la venganza surge de la naturaleza, donde me parece comprensible la crítica que recibió La venganza del cóndor, donde la justicia divina es inevitable, reflexionando en la importancia del contexto cultural para ser aceptado, por lo que en la actualidad ¿creemos en la justicia divina?, por otra parte, García (1986) menciona que “los insolentes cóndores rozan con el ala el hombro del viajero en un precipicio” (p. 402), significando que la pérdida del control, simboliza el castigo o la consecuencia de los abusos humanos, opinando que esta simbolización es muy poderosa, mostrando cómo la naturaleza puede convertirse en un medio de justicia o castigo, buscando reflexionar en la fragilidad del ser humano frente a las fuerzas de la naturaleza, reflejando el respeto y la armonía con el entorno. Por consiguiente, como tercer elemento tenemos que, en reacción al sufrimiento de los indios, llega la justicia, mostrando que la venganza llega sin intervención humana.

 

        Finalmente, La venganza del cóndor donde se muestra la vida de los indios, las cuales

dentro de su diario vivir eran discriminados, abusados por personas que no eran originarias de su lugar, pero que vieron la venganza hacia las injusticias que les cometían sin intervención del hombre, ya que había una interrelación de lo humano con la naturaleza, demostrando así que, frente al abuso, discriminación con que vivían los indios, llega el juicio sin injerencia del ser humano, que se puede apercibir hasta hoy en día, por lo que el cuento nos invita a la búsqueda de la justicia en la nuestra sociedad.

 

Referencias:

Anchante, J. A. (2021). La problemática de la ficción en la narrativa de Ventura García Calderón. Tierra Nuestra, 15(2), 80-86. https://doi.org/10.21704/rtn.v15i2.1854

Filhol, B. (2013). La recuperación del indígena y de la cosmovisión incaica en los cuentos de Ventura García Calderón. Mito, palabra e historia en la tradición literaria latinoamericana, (pp. 253-266). https://www.torrossa.com/en/resources/an/3938036

García Calderón, V. (1986). La literatura peruana (1553-1914). En L.A. Sánchez (ED.), obras escogidas (pp. 398-402) Ediciones Edubanco. https://fundacionbbva.pe/wp-content/uploads/2016/04/libro_000056.pdf

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