BALADA DE LA MEDIANOCHE
LIRICA Y DOLORIDA
Al Sur de la tierra de Babel
Y de la Isla de los Náufragos,
La lluvia es mi propio llanto
Que me ahoga y desvela…
Y, aunque leo y me leen
Whitman y Kavafis,
No puedo llorar ni reír…
¿Será que soy una balsa ebria,
Bogando en un mar de amor,
Que aún no logro aprehender?
Amor de los 4 Suyos…
Amada, de mi carne y mi alma,
Te fuiste de mi Caosmos,
Hacia el Teatro Mundo.
Te busco en la cruz de mi sino
y mi pecho, más no te encuentro.
Así sollozo, solo o con el aguacero,
Terco, libre, pasajero…
Entre mi plexo solar,
Te llevo desde hace tiempo,
Como a un amado wawa-bebé,
¿Dóndeee teee hallarééé?...
Interrogante larga, como la pena,
Pregunta, que no sabe ser respuesta.
Pese a que sé tantas cosas,
Tu amor de día incierto,
Me enseñó a comprender
De la vida y su sombra.
De la luz, donde navega
La barca Esperanza,
La barca, en que te vi sólo partir.
Allí navega mi sueño telúrico
Y cósmico. Mi nombre
Unido al maíz y al tuyo…
Mi barca ebria de sueños,
Donde te veo, desnuda Musa.
¡Qué vanidosa es tu luna bella,
Metida en las sábanas de mi ser!
¿Cuándo vendrás a mi playa desierta,
Para ser más que espuma de mar?
Como un Wiracocha amerindio,
sufro y gozo en el mar Polar.
Y de tanto sufrir, cómo amo
El viejo árbol de la Poesía,
Que tengo que cultivar…
Yo, creador de un mundo
Que sufre y ama conmigo también
(De Patagonia a México, miles de
Cantutas, sufren lo que yo…)
Yo, creador de este mundo, en ti.
Por ti amé el ande y su aire
Y sus minerales. Sólo por ti…
Por ti, canto waynos y sones,
Madrigales y yaravís.
La noche, penetrada de día y
De lluvia que declina al compás
De mi dolor, repite lo que canto,
Lo que expresa mi sentir:
“Por ti, amada Musa andina.
Por ti…. Sólo por ti.”
DESDE LA CASA “FRITH” (a Estella)
Todas las tardes son mías,
Todos los afternoons, míos…
En las mañanas inciertas
Mi canto se dispersa,
Se hace humo humano
En busca de la Primavera.
¿Cuál Primavera?, pregunta Estella,
Amiga bella y dolorida,
El mundo todo, ¿cuál Primavera?
Y las hortalizas muertas y heridas,
Por los conejos. Por roedores
Salvajes y que anidamos dentro.
Sí, los conejos y golondrinas,
Y las vicuñas y toros mansos
Del Perú y América-Amoria.
Sobre los altos nevados
De aquella América. Y más abajo
De tu casita del Ashdown Forest,
Estella madre, estrella amiga…
Hasta las vastas pampas contritas.
Valles de penas y quenas,
Donde el oro, ya no es oro
Y el cobre es indio, negro y mestizo;
Llorando, la gran Impotencia
Y esperanza de Justicia…
Gimen y esperan la Pachamama,
Naciendo cual Primavera.
La estación de la Tierra,
De esta vida que va y regresa,
Como mi canto andino,
Cosmopolita y apenas mío…
Mi poemario humano,
Estella madre, estrella amiga.
DESDE EL SOUTH BANK
Como el Támesis…
Que se prepara a despedirme,
Son mis ideas: agua de lluvia,
Son mis deseos: sol en la luna.
¡Ohhh y Ommm!
Me he sentado a caminar,
Y pasan barcas y nostalgias,
Y pasa Frida con Diego niño.
“En Coyoacán te esperamos,
Chulo cuate, cholito…”,
Me dicen en silencio,
Mientras me mira su 3er ojo.
-2 y 3 en 1-
Vamos tomados de la mano;
Desde el Thames por el Atlántico,
Al río Grande y más abajo.
Contracorriente…
Calmas y turbias, las aguas.
¡Qué mamayacu acuosa!
Llueve y llora, pero hacia arriba,
Agua y colores de la Madre Tierra.
Las aguas justas
Y los colores necesarios.
Fantasmas del South Bank,
Lleno de locos hamlets y dalís:
Marchémonos a debatir,
Con los volcanes mexicas
Y los nevados peruanos.
Debatiremos, desnudaremos:
El corpus de la Pintura,
El ánima de la Poesía,
Y el Buda de la Eco-Sofía:
“To be or not to be!”, ¿cierto?